martes, 7 de octubre de 2014

Clarín: Cuando el rojo no encontraba la brújula, lo salvó Mancuello


Cuando el Rojo no encontraba la brújula, lo salvó Mancuello

El volante de Independiente fue clave para que el equipo de Almirón rescatara un punto en MendozaGodoy Cruz jugó mejor y estuvo dos veces en ventaja, pero desperdició gran cantidad de situaciones de gol. Independiente ahora quedó tercero y no pudo acercarse más a River.
Por Federico Brussoti


Federico Mancuello todo lo puede. Al menos por ahora, eso es lo que muestra la realidad. Porque si Independiente rescató, de última, un punto en Mendoza, se lo debe al extraordinario rendimiento de su mediocampista zurdo que marcó un golazo para el 1-1, lanzó dos tremendos disparos que requirieron enormes atajadas de Moyano y, en el último acto de su notable obra, ejecutó el tiro de esquina que aterrizó en la cabeza de Zárate para la igualdad final. Así, Independiente continúa a tres unidades de River -con Lanús entre ambos- y entero espiritualmente para creer que la ilusión de ser campeón aún goza de buena salud.
Le cuesta Mendoza a Independiente. Y mucho. La provincia cuyana se transformó en un karma para el Rojo que no gana aquí, al pie del Aconcagua, desde 1969.
Y le costó mucho al equipo de Almirón en el primer tiempo. No hizo pie ante un Godoy Cruz que venía golpeado y con su entrenador en la cuerda floja. Sin embargo, en cancha casi no hubo equivalencias. Porque desde que Jorge Baliño indicó el comienzo del partido, fue el local el protagonista.
El Tomba encontró en el flanco izquierdo de su ataque un lugar ideal para lastimar. Se sabe que Matías Pisano es desequilibrante cuando ataca, pero también que ayuda poco y nada en la marca a Néstor Breitenbruch, el lateral que sufrió con los avances de José Luis Fernández y de Daniel González, dos zurdos que transformaron su noche en pesadilla. Como lo hicieron Leandro Fernández y Rubén Ramírez, que abrieron sus piernas y dejaron pasar la pelota para que Fernando Zuqui, ingresando sin marca al área, la clavara en el ángulo de Rodríguez. O como Claudio Aquino, que repitió el movimiento para que Tito Ramírez se reencontrara con el gol con un disparo fuerte y cruzado.
Antes y después de esos tantos, aprovechando cada vez que pudo la descoordinación defensiva del visitante, Godoy Cruz justificaba su ventaja.
Entre ambos goles se vio lo mejor del Rojo . Que fue poco, y como ocurre siempre en este Independiente de Almirón, fue generado por Federico Mancuello. El capitán estiró su increíble racha goleadora tras aprovechar un gran desborde y centro atrás de Pisano, que lo encontró sin oposición cerca del punto penal para poner la igualdad transitoria. No fue todo. A los pocos minutos, con un disparo desde lejos, exigió a Sebastián Moyano.
Todo lo que Almirón trabajó en el intervalo para recuperar a sus dirigidos, Breitenbruch, con un planchazo descalificador, motivó la roja directa de Baliño y que su equipo quedara en desventaja también en la cantidad de jugadores. El director técnico rearmó la estructura con un 4-3-1-1 (Mancuello de volante izquierdo, Montenegro de media punta y Riaño como único delantero) pero el arco de Godoy Cruz empezó a quedarle como en otra provincia. El local desperdició tres chances claras ante Rodríguez e Independiente llegó al empate con la precisión de Mancuello y la cabeza de Zárate.
El final fue a cara descubierta y el gol del triunfo anduvo pendulando entre un arco y el otro. Godoy Cruz no lo definió a tiempo por su carencia de precisión y el Rojo revivió con Mancuello, el jugador más gravitante del partido.

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