26-02-2015
Favio Verona Fverona@ole.com.ar
El 80% de los jugadores de las Inferiores del Rojo quedaron libres del colegio y Moyano los obligará a concurrir al instituto del club. El que no asista, no jugará.
Juan Sebastián Verón comenzó a darse cuenta de qué se trataba cuando transitaba el ocaso de su carrera y el retiro ya era inminente: “Yo no finalicé el secundario, pero el jugador no debe dejar de formarse. En un momento se termina todo y quedan otros cuarenta años de vida por delante”. El ejemplo trasciende los colores de la camiseta. La proximidad de ese abismo en el que muchos futbolistas caen cuando las piernas ya no responden, llevó a la Bruja a percatarse de aquéllo que no advertía en la vorágine de una rutina que no concede pausas. Pero hay casos aun más complejos de juveniles que postergan sus estudios hasta abandonarlos y ni siquiera llegan a debutar en Primera. Para corroborarlo es necesario remitirse a las estadísticas y despojarlas de la frivolidad que irradian los números. “El principal problema es que, en el mejor de los casos, sólo el 5% de los jugadores de las Inferiores llegan a Primera”, advirtió Jorge Griffa, el coordinador general de las divisiones inferiores de Independiente.
Desde que desembarcó en el club, Hugo Moyano le exigió a su hijo Pablo, quien está a cargo del fútbol amateur, hacer un relevamiento para averiguar qué porcentaje de los jugadores de las Inferiores estaban cursando sus estudios. Los resultados fueron inquietantes. “Descubrimos que el 80% de los pibes quedaron libres del colegio. Esto no puede seguir así”, expresó Pablo en Fútbol al Rojo vivo.
El secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi había lanzado una advertencia acerca de dicha problemática hace casi dos años. Fue el 27 de marzo de 2013, cuando pasó por el predio de Villa Domínico para verificar en qué condiciones vivían los juveniles. “Descubrí que había varios chicos entrenándose al mediodía y eso es inadmisible porque si en ese horario están en el club quiere decir que no fueron a estudiar”, se lamentó Marchi. El contexto no parece haberse modificado demasiado. Pero en los últimos días, Hugo Moyano se reunió con Pablo y con Griffa y consensuaron tomar una medida. “A los pibes de la pensión vamos a empezar a mandarlos al colegio del club porque tienen que terminar la secundaria”, comentó el presidente del Rojo.
Son 50 los futbolistas del Interior del país que residen en las instalaciones del club en Domínico. El mensaje fue contundente: quienes no estén dispuestos a estudiar, tendrán que marcharse. A partir de ahora, los pibes deberán comenzar a darle pelota al colegio. Incluso habrá un cuerpo docente en la pensión. A tomar apuntes.
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