miércoles, 29 de abril de 2015

Almirón: La paciencia y el proyecto.

El enfoque: La paciencia y el proyecto.

Por Francisco Schiavo|"LA NACIÓN". 

Cuesta entender por qué Jorge Almirón aguanta tanto latigazo en Independiente. ¿Por qué no se va? ¿Por qué no lo despiden? La gente nunca lo quiso y ya nunca lo querrá. Los dirigentes, pese a que varios lo miran de reojo, lo sostienen en nombre de un proyecto que lleva casi diez meses. Aunque de las palabras de Pablo, hijo del presidente, Hugo Moyano, se desprende que el director técnico continúa en el cargo porque el panorama no ofrece muchos candidatos: "Si echamos a Almirón, ¿a quién traemos?". No hay nadie que encaje de un primer vistazo, pese a alguna charla con Mauricio Pellegrino y a que siempre da vueltas por las mentes rojas la figura de un símbolo del club, Jorge Burruchaga.


Los Moyano defienden a Almirón porque les gusta el perfil: carácter fuerte puertas adentro y sin desbordes públicos, aunque más de una vez el ex conductor de Defensa y Justicia y de Godoy Cruz se mordió la lengua. Ellos creen que es un buen hombre y entrenador. Que todo es cuestión de resultados. También lo respaldan por el manejo que consiguió del plantel y porque no tembló para tomar las decisiones fuertes. Sí le cuestionan la cantidad de refuerzos -llegaron con la venia de ellos, claro- que no rindieron, salvo por Víctor Cuesta, Lucas Albertengo y el uruguayo Diego Rodríguez. Por eso, los sindicalistas, más otros hombres de confianza, se atrevieron a pedirle que sacara a Emanuel Aguilera y que diera más minutos al juvenil Cristian Ortiz, autor del empate en el partido del papelón contra Alianza, de Coronel Moldes, en el debut por la Copa Argentina. "¡Hemos tenido cada técnico...! Duraron seis y siete partidos. Uno dirige en Paraguay. Esos sí que vendían humo y hoy estamos pagando las deudas". Queda para libre interpretación si Pablo Moyano tenía ganas de proteger a Almirón o sólo de atacar a Ramón Díaz...

Almirón, que difícilmente siga en su funciones a partir de julio, tras el receso por la Copa América, se queda por tozudo y orgulloso. Le duelen los insultos. Los cree injustos por la campaña del torneo pasado, el primero después de que Independiente pasara por el calvario de la B Nacional, y por lo que él considera una propuesta arriesgada y protagonista, acorde con las exigencias del club. Pero no asume que en casi un año el equipo no consiguió una identidad, entre cambios de sistemas y de jugadores que entran y salen como por un molinete de subte. No admite que falló en los partidos decisivos.

La situación, de tan áspera, parece irreversible. Almirón y los dirigentes se pusieron un plazo de tres partidos: Banfield, Boca y Racing. El circo romano desde hace rato recibe al DT con el pulgar hacia abajo. Si hasta sus colaboradores cruzan gritos desafiantes con los plateístas, como en el último partido en Avellaneda, el 0-0 frente a Argentinos. Hasta hoy resiste el proyecto que ya lleva un buen tiempo con altibajos. Mañana no se sabe. Lo más inteligente será no forzar una situación antinatural en nombre de nadie. No se verá justo para Almirón ni para Moyano. Mucho menos para Independiente.

Trascripción: INDEPENDIENTE, EL GRAN CAMPEON!

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