sábado, 2 de mayo de 2015

Federico Mancuello: "Si nos cagan a pelotazos y ganamos, nadie estará contento"


02-05-2015
Fabian Rodriguez Frodriguez@ole.com.ar Favio Verona Fverona@ole.com.ar

Federico Mancuello habló de todo en una charla a fondo con Olé: el presente del Rojo, su liderazgo, la situación del DT, sus sueños de Selección y la vuelta de Agüero.

Sienten que no sólo deben jugársela por ustedes, sino que también por Almirón? -Nadie entra a la cancha pensando “tengo que ganar por Jorge, mi tía o mi mamá”. Yo quiero ganar por mí y por la gente.
A Federico Mancuello no le gusta reconocerlo, pero sus palabras delatan el liderazgo que supo construir. Conserva la humildad, aunque hoy su opinión cotiza más en el vestuario.
-¿Cómo conviven con la incertidumbre de no saber que va a pasar con el técnico? 
-Estamos tranquilos. Pero sabemos que acá mandan los resultados. Si ganamos sin jugar bien no vamos a estar contentos. El tema es que jugar bien no es sólo acumular situaciones de gol, también es saber interpretar cuándo hay que defender.

-Hace unos días sostuviste que Almirón respeta el estilo histórico del club. ¿Por qué su presencia genera tanto rechazo? 
-La gente se manifiesta de acuerdo a lo que ve en la cancha. Y está acostumbrada a otra cosa. Hay que empezar a responder con hechos y no con palabras. Es lógico que los hinchas nos pidan más.

-¿Por qué el equipo no arranca? 
-Creo que la falla está muy marcada. Hemos sido superiores a casi todos nuestros rivales, pero nos equivocamos a la hora de tomar decisiones. Más allá de que en varios partidos hemos entrado por todos lados, tuvimos chances de pelota parada y metimos tiros en los palos, el mayor déficit está en las jugadas que no salen en los resúmenes. A veces quedamos cinco atacando contra tres defendiendo y todo se diluye por elegir mal.

-¿Qué factor influye en forma negativa a la hora de tomar esas decisiones que mencionás? 
-Es difícil darse cuenta. Puede ser la ansiedad. Inconscientemente sabemos que si llegamos 10 veces al arco vamos a meter sólo un gol. Y que si nos llegan tres veces nos hacen dos. Eso repercute.

-¿Los murmullos también los afectan? 
-No, porque siempre aparecen recién en los últimos 15 minutos. La gente no tiene la culpa. Nosotros tenemos que dejarles algo en la cancha.

-¿Están realmente para pelear el torneo? 
-Decir que no sería traicionar lo que siento. Precisamos una victoria para calmar los ánimos. Tenemos una idea y creemos que a la larga nos va a traer resultados. No la vamos a cambiar. Si nos cagan a pelotazos y ganamos, nadie va a estar contento.

-En cuanto al plano personal, ¿considerás que alcanzaste tu techo? 
-Todos los días vengo por algo más. Mi deseo es seguir creciendo. Disfruté de estar en la Selección, pero ahora quiero más. Todos los días vengo al club con la idea de dejar algo, ya sea a mis compañeros o a un utilero.

-¿Qué es lo que tratás de inculcarle al resto del plantel? 
-Quiero que sientan el fútbol como lo siento yo. Aunque para eso existe un entrenamiento que no se ve. A mí me gusta mirar mucho fútbol y todos deberían aprender haciéndolo. Es importante tener presente el nivel de exposición al que te somete este club, la dimensión y la responsabilidad que conlleva estar acá. El tema es que uno puede estarles encima, pero después cada uno se va a su casa y hace lo que quiere, ja. Es así.

-¿Qué mirás cuando observás fútbol? 
-Si está jugando un equipo con una propuesta similar a la nuestra, intento identificar quién es el que cumple mi función para ver qué hace, cómo resuelve distintas situaciones. Siempre te quedan cosas que después recordás y podés aplicar en los partidos.

-¿Los más jóvenes hacen lo mismo? 
-Y, no sé. En este plantel la mayoría mira fútbol. Aunque algunos miran pero quizá no se detienen a observar y analizar. Hoy es fundamental conocer a qué equipos te vas a enfrentar. Es cierto que la planificación puede cambiar en un minuto, pero si no sabés contra quién jugás, estás dando una ventaja que se puede dar. Si ellos nos estudian a nosotros, ¿cómo no vamos a hacer lo mismo? -Mejoraste en varios aspectos y uno es la pegada. ¿Cuál es tu secreto? -La confianza con la que voy a patear. Hoy agarro la pelota y sé que puede pasar algo. Además practico mucho para encontrarle el golpe exacto a la pelota. Y una vez que lo logro, intento ir aumentando la velocidad. Los corners no los pateo así de casualidad, hay mucho trabajo atrás de eso.

-¿Estabas nervioso cuando llegaste a la concentración de la Selección? 
-Sí, porque no sabía con qué me iba a encontrar. Todavía no puedo creer que los monstruos a los que veo por la televisión y admiro fueron mis compañeros. O que Messi me felicitó por un gol. Es una experiencia que les voy a contar a mis hijos...

-¿Qué es lo que más te sorprendió? 
-La seriedad con la que toman hasta los entrenamientos. Mascherano te arenga hasta para los ensayos informales de fútbol reducido. Son profesionales hasta para hacer la entrada en calor. Ver eso me sirvió para crecer y tratar de transmitírselos a mis compañeros.

-¿El Kun Agüero te agradeció por tus goles en Independiente? 
-Yo lo saludé con mucho respeto. Pero enseguida me empezó a consultar acerca de la actualidad del equipo. Le pregunté cómo nos veía e intercambiamos opiniones. Se enojó porque dejé al equipo en banda.

-¿Cuándo vuelve? 
-No lo sé. Tiene que cumplir sus objetivos allá, pero él fue feliz en Independiente y sé que va a volver. Sería lindo jugar con él, ja...

-¿Te ilusionás con la Copa América? 
-Con el hecho de haber participado y convertir a uno le alcanza, pero no puedo negarlo: sería un sueño repetir la experiencia.

Fuente: Olé

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