Por Jonathan Wiktor para "EL GRÁFICO".
Martín Benítez, una de las figuras del Rojo en la victoria frente a Racing, describe las sensaciones que vivió adentro de la cancha. "Hicimos un gran trabajo", asegura. "No me siento titular", aclara el misionero, pero destaca que desde la llegada de Pellegrino logró la continuidad que necesitaba. "Ahora es cuando tengo que seguir y no relajarme."
Mientras Diego Cocca decía que en el Prode había que apostar por Racing, el miércoles pasado al mediodía, Martín Benítez, 21 años recién cumplidos, gambeta endiablada, subía la apuesta: "Independiente va a ganar el clásico 3 a 0", señalaba –sin titubear- el joven misionero, que hace cuatro años que juega en la Primera del Rojo. Y aunque Benítez no es visionario, mucho menos adivino, en sus palabras estaba el diagnóstico de semejante síntoma: hace 41 años que Independiente, que le lleva 23 partidos de diferencia a su máximo rival, es favorito. Llegue como llegue, bajo cualquier condición, en cualquier contexto, la mitad roja de Avellaneda tiene un plus que resulta indescifrable. “La verdad es que no sabía que íbamos a ganar 3 a 0, pero al equipo, sinceramente, lo veía muy bien, con mucha seguridad. En su momento lo dije por decir. Pero en el fondo sabía que si mis compañeros estaban muy bien. Si el equipo estaba metido, las cosas iban a salir de la mejor manera”, le admite ahora a El Gráfico Diario, lunes por la mañana, en medio de la inmensidad de canchas del predio de Villa Domínico.
-Imagino tu alegría…
-No te das una idea. Esto es algo muy lindo. Uno está desde chico acá y siempre sueña con ganar esta clase de partidos. Uno empieza buscando debutar en Primera, después jugar un clásico, convertir un gol... Gracias a Dios se dio, tengo una felicidad muy grande.
-¿Cómo fue el momento posterior a meter tu gol?
-Tardé unos segundos en caer y en darme cuenta de lo que había pasado. Después reaccioné, me dije a mí mismo: “le hice un gol a Racing”. Y lo festejé como se tiene que festejar un gol en un clásico. Fue un festejo de desahogo, de alegría, de todo.
-¿Es especial para un chico de las inferiores ganarle a Racing?
-Yo nací acá, me crié acá, y tiene un gusto especial. En la semana ya te mentalizás, ya sabés qué clase de partido va a ser. Creo que lo vive más uno que nació acá. Por eso trato de hacer lo mejor posible para dejar bien parado al club.
-¿Esperabas que la diferencia fuera tan amplia?
-Y…son partidos, son partidos. Adentro de la cancha se van dando cosas que definen el resultado. Hicimos un gran trabajo durante los 90 minutos, no aflojamos en ningún momento.
-¿Hay algo especial contra el clásico rival? Ya son 23 partidos de diferencia a lo largo de la historia.
-No creo. En un clásico no importa la estadística, no importa quién viene mejor. El clásico es ahí adentro, es algo único, y los jugadores son los que deciden. En ese momento ya no importa la historia. Sabíamos que teníamos que estar tranquilos, sin dejarnos llevar por el entorno, concentrados y no relajarnos nunca. Y así fue. Además supimos liquidarlo a tiempo. Con Huracán no supimos hacerlo y nos empataron sobre la hora.
-¿Con qué se ganó?
-Con mucha inteligencia y concentración. Tomamos buenas decisiones en todo momento, presionamos arriba y las cosas nos salieron. Hay detalles para mejorar, obviamente, pero para mí fue un partido excelente. El clásico es distinto, no importa si jugás bien o mal, pero es más lindo cuando ganás como lo hicimos nosotros, jugando bien. Estuvimos sólidos en todas las líneas, desde el arquero hasta los delanteros. La presión fue muy buena en todas las líneas, eso acompañó, nos dio confianza.
-¿Qué te dicen los hinchas en la calle?
-Todavía no me crucé con ninguno porque disfruté con mi familia, estuve en casa. Pero en la previa, cuando iba al supermercado, me hacían sentir que había que ganar. Para ellos es algo muy lindo, tanto como para nosotros. En las tribunas armaron una fiesta enorme. Les agradezco por el apoyo que nos dieron en todo momento.
-¿Y cómo se vivió adentro del plantel?
- En el vestuario lo disfrutamos muchísimo. Fue un desahogo. Cuando uno gana el clásico tiene que gritar, cantar, como lo hicimos nosotros. Era un partido más, pero sabíamos que teníamos que ganar para tener un buen envión anímico. Todavía falta mucho para fin de año y tenemos la Copa Sudamericana y varios partidos por jugar en el torneo local. Además de la Copa, el objetivo es entrar a la Liguilla. No nos podemos desenfocar de eso ni perder el camino. Hay que seguir de esta manera, tranquilos, pensando en cada partido.
-¿Te sentís cada día mejor adentro de una cancha?
-Sí, es así. La confianza que me dio el cuerpo técnico que vino es algo muy lindo, ¿no? Con Jorge (Almirón) venía entrando, pero por ahí nunca jugué tantos partidos seguidos como ahora. La confianza del técnico fue excelente, la de mis compañeros, la de mi familia, todos me ayudaron. Uno entra a la cancha sin tanta presión. Gracias a Dios ya no soy más el pibito que está debutando: siento que me estoy afirmando. Es muy importante sentirme así.
-¿Te considerás realmente titular ahora?
-No, no me creo titular. Sé que tengo que mejorar cada vez más. Sé, también, que si estoy jugando es porque me lo gané. Me costó tanto, sufrí tanto para jugar, que lo peor sería relajarme y sentir que no hay nada más por hacer.
-Los que te vimos en inferiores sabíamos de tus condiciones, ¿dónde se genera el click para poder demostrarlo en Primera?
-Es un proceso, ¿no? Me tocó debutar cuando era muy chico, tuve que vivir cosas, entonces uno quiere y sueña con hacer todo lo mejor posible adentro de una cancha. Si uno hace las cosas bien, le va a ir bien. Es así. Traté de esforzarme más. Gracias a Dios se me abrió la puerta: ahora es cuando tengo que seguir y no relajarme.
-Hay algunos clubes europeos que preguntan por vos, ¿cómo manejás todo eso?
-La realidad es que sólo estoy enfocado en Independiente. Mi mente está acá y mi sueño sería ganar algo con este club. Uno trata de no pensar en las ofertas que puedan llegar a venir: quiero disfrutar de este momento y de estar en este club tan grande, que me dio muchas cosas.
-¿Cómo están para el partido del miércoles ante Arsenal, por la Sudamericana?
-Al equipo lo veo bien, concentrado, metido en el miércoles. Sabemos que será un partido muy complicado y en el que, si nos distraemos, nos puede costar mucho. El gol de visitante duele mucho, tenemos que evitar eso. No será nada fácil, pero queremos avanzar en la Copa.
DESDE EL DEBUT
4 años hace que debutó Martín Benítez en Primera: lo hizo en la fecha 15 del Apertura 2011, ante Olimpo. El Rojo, aquella vez, ganó 3 a 0.
EN LA RED
6 goles tiene el misionero en el actual campeonato: desde que llegó Mauricio Pellegrino, el juvenil recuperó su mejor nivel.
"EL GRÁFICO"
Publicada por Independiente el gran campeón!
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