miércoles, 4 de mayo de 2016

El arquitecto Claudio Pezzi analiza los trabajos en el LDA

Por el arquitecto Claudio Pezzi
Nos acaban de presentar unas imágenes en maqueta electrónica (conocidos como renders) del sector Bochini (Imagen 1). Ya conocemos hace unos días el cronograma previsto para las obras de terminación del Libertadores de América, y siguiendo la evolución de los trabajos, estimamos que el plazo fijado en el 20 de diciembre de este año es lo que conocemos en programación de obra como TIEMPO OPTIMISTA (Tiempo mínimo para realizar una actividad, suponiendo que todo salga perfectamente.)  Esta estimación es poco realista en la mayoría de los casos.
Por lo tanto quiero rescatar las palabras del Arq. Fernández Dorado al poner esos plazos como relativos en función de la cantidad de variables que pueden aparecer cuando en una obra se abordan tantos ítems diferentes al mismo tiempo, que se encadenan y sin que puedan superponerse. De cualquier manera, me gustaría que se fuese más específico cuando se dice que hablamos de estadio terminado. Inevitablemente surge la siguiente pregunta:
¿Se considera estadio terminado a disponer el uso de todas las ubicaciones finalmente previstas?

Sabemos que llegar de conseguirse este objetivo (¿Importante? Claramente sí) no implica que se llegue a la finalización total. Es un paso más.
Y es en este punto que debemos marcar un hecho, que parece una formalidad, pero no lo es. Nuevamente se llega a estas instancias a través de un proceso licitatorio entre varios oferentes. Pero con una diferencia respecto de lo ejecutado allá por marzo de 2015. En ese momento se nos comunicó que entre diez empresas, de las cuales nunca conocimos los nombres ni las propuestas, la obra fue adjudicada a la empresa EVA S.A. Hoy no conocemos siquiera cuál o cuáles son las empresas que ganaron la o las licitaciones abiertas.
Conocemos, y valoramos, el esfuerzo del grupo de profesionales que llevan adelante la coordinación y supervisión de las tareas. Pero seguimos sin conocer si hay un profesional que haya asumido el rol de Director de Obra como tal. Unico responsable legal al cual debe responder por los resultados parciales y final.
¿Por qué volvemos insistentemente a machacar sobre este punto? Todos estamos ansiosos por palpar los avances hacia el objetivo final. Pero lamentablemente el árbol vuelve a tapar el bosque. Y me refiero específicamente a un tema que va quedando de nuevo en un segundo plano: el estado de las cabeceras populares, sobre todo de la Tribuna Norte. Lamentablemente se fue postergando este tema, tantas veces reclamado desde este espacio, en pos de avanzar sobre nuevos sectores. Pero por más que se lo haya querido soslayar, y aun habiendo bajado la capacidad de las tribunas, el problema sigue avanzando. Finalizo con una imagen tomada a finales de 2015 donde se muestra el grado de deterioro al que han llegado algunos de los paneles de la Tribuna Norte Baja (Imagen 2) que sufrieron daños.
                                                                       

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