La última gran aparición en la primera de Independiente se llama Ezequiel Barco, oriundo de Villa Gobernador Gálvez, debutó con la casaca de Independiente con tan solo 17 años. El juvenil se refirió a su presente y expresó: "Estoy contento por esto que me está pasando en primera. La verdad es que nunca me lo imaginé pero gracias a Dios estoy en un plantel de uno de los clubes más grandes del mundo y estoy contento por eso".
Además, contó cómo fueron sus comienzos: "Arranqué muy chico, con cinco o seis años, en Mosconi, un club chiquito de baby. Ahí fui haciendo la temporada, después fui a Central Córdoba, jugué en Griffa y me vine para acá. En Griffa me surgieron muchas oportunidades de ir a otros clubes y elegí venir a Independiente. Me sentía más cómodo. Agarré enseguida el compañerismo de los chicos de la pensión. Me gustó más Independiente y me quedé acá".
Barco también se refirió al cambio que tuvo la pensión luego de la obra que hizo la Gestión Moyano: "Estaba en la pensión como estaba antes. De ahí nos fuimos al hotel Palace y después volvimos. Vi los cambios y la verdad ahora estamos en algo maravilloso.Es como un hotel".
Al referirse a sus características futbolísticas, el juvenil comentó: "Lo que más me gusta a mí es meter pases de gol y que mis compañeros hagan los goles. Estoy frente al arco por hacer el gol yo y me gusta que un compañero la empuje, hacer el pase. Siempre me gustó eso, no sé porque".
En cuanto a su posición en la cancha explicó: "De chico jugaba más libre, de enganche. Ahora en Independiente también soy enganche. Me gusta gambetear, cambio el ritmo que tengo y lo sé aprovechar".
Al ser consultado por la convocatoria a la Primera División aseguró: "Yo no podía creer cuando me dijeron de ir a reserva. Ya era muy lindo pasar de inferiores a reserva. Cuando se me dio la posibilidad de que Milito me llamara a entrenar con primera, fue una emoción muy grande".
Sobre su debut en primera, Ezequiel recordó: "Primero, cuando entre a la cancha y vi a la gente estaba muy nervioso pero después, a medida que fue pasando el tiempo, ya se me había pasado. Entré con muchas ganas de jugar y no entré nervioso, entré bien. Hay algo en mi, que hace que no me guste ponerme nervioso y gracias a Dios me salen las cosas bien. Tengo que seguir así".
Al finalizar, se refirió a su familia y, emocionado, contó: "Tengo mi papá, mi mamá, dos hermanas y mi hermano que vino hace poquito a Independiente. Ahora está a prueba. La primera camiseta, mi mamá tuvo el lujo de llevársela. Me la pidió antes del partido, así que la guardé y se la di. Mi familia fue la que siempre estuvo, estaban muy contentos, como mis amigos y mis familiares. Estaban todos muy orgullosos de mí y yo contento por eso".
Fuente: Independiente TV y Web oficial
No hay comentarios.:
Publicar un comentario