Cuando hoy en Villa Domínico el presidente Hugo Moyano presentó a las nuevas incorporaciones, expuso en forma clara la concreción de un pedido mayoritario del hincha de Independiente: La renovación del plantel profesional.-
Estaba claro que el feeling de la hinchada con el plantel no era el mejor, especialmente después del vergonzoso 0-3 contra Rácing en el ciclo de Gabriel Milito, lo que generó un elocuente recibimiento (mal recibimiento) del equipo en la fecha siguiente, con los recordados huevos que cayeron desde la cabecera norte hacia el field: Estos jugadores no transmitían pasión por la divisa roja.-
Por si era necesaria una confirmación, la insistencia nada menos que del capitán del equipo, Víctor Cuesta, en querer ser transferido donde sea, dejaba a las claras que la renovación era imprescindible.- Aún considerando que los reglamentos establecen que solamente pueden incorporarse dos jugadores en este momento.- Los ciclos de muchos estaban concluidos y realmente no había ánimo en quienes se fueron para permanecer más tiempo en Avellaneda.-
Por eso, se acudió a una interesante ingeniería financiera y estratégica, para utilizar esos cupos del mejor modo posible.- En principio, logrando que no sean dos sino tres, a partir de un muy buen manejo del tema Erviti, que finalmente llegó como jugador libre por falta de pago y por ende sin ocupar plaza, pese a las protestas de vodevil de los presidentes de Bánfield y Lanús (¿Quien le dió velas en este entierro?).- Luego, repatriando a dos valores como Nery Domínguez (volante central de buena labor en Rosario, ahora en México) y Emmanuel Gigliotti (goleador en cuanto equipo estuvo, proveniente de China).- En una primera mirada, estas incorporaciones prometen mucho más que los discretos (por ser generosos) pedidos de Gabriel Milito en el mercado anterior: Sanchez Miño, Damián Martínez, Albil.- En un primer análisis, los actuales refuerzos aportarán más, mucho más.-
Pero la renovación más fuerte, se generó con las salidas, con las bajas, con las recinsiones o con "la limpieza", como guste decirse.- Con pulso firme, pero sin generar pérdidas a las arcas del club, la dirigencia fue transfiriendo o rescindiendo los contratos de jugadores como Pellerano, Ortiz, Cebolla Rodriguez, Denis, Vera o el propio Cuesta, todos los cuales tenían su ciclo en el club cumplido, principalmente por carencia de motivaciones para vestir nuestra casaca.-
Cuesta, a todas luces, constituyó para el club un muy buen negocio: se lo compró hace dos años y medio por U$S 820.000, y ahora se vende al Inter de Porto Alegre la mitad de su pase en U$S 2.150.000, con debido resguardo del otro 50%, el cual el Inter está obligado a comprar en 2019, en la misma suma.- Que la clausula de rescisión sea de U$S 6.000.000 no tiene nada que ver aquí, como maliciosamente algunos han planteado.- El jugador fue comprado en un precio bajo, fue usufructuado por el club durante dos años y medio, y ahora se lo vende casi en el triple del valor de compra, en el 50%.- Es decir, en una hipótesis de venta del 100%, Cuesta sería vendido, dos años y medio más veterano que cuando llegó, en casi seis veces el valor de compra.- Nada mal considerando que en la gestión anterior no se ha bien vendido a ningún jugador.-
En un plano apenas inferior, está el caso de Vera.- El delgado uruguayo aparentemente selló su suerte con los tres goles insólitos que marró en el clásico de verano ante Rácing, pero en realidad su rendimiento siempre fue marcado por los altibajos, y no puede perderse de vista que ya superó los 32 años.- Ante este panorama, venderlo en $ 15.000.000 a Colón cuando hace un año y medio (por ende, con poco más de 30 años) se lo adquirió en $ 20.000.000, no es una pérdida considerable teniendo en cuenta que durante ese tiempo se utilizó al jugador.
Las salidas de Pellerano y Ortiz han sido a préstamo, por lo que Independiente sigue conservando la propiedad de sus pases. Y Denis (35 años) y Cebolla Rodriguez (lesionado crónico) no han dado los resultados esperados, por uno u otro motivo.- Sus rescisiones permiten al club el desahogo de no tener que seguir haciendo frente a sus altos contratos, firmados en momentos en que se esperaba más de los mismos.-
Esperemos que esta renovación del plantel, sumado a la consolidación de muchos jóvenes valores provenientes de la cantera que vienen pidiendo pista (Togni, Barco, Blanco, Franco, Bustos, el aún joven Figal, Messinitti ) sumado a la recuperación de lesionados de lujo (Albertengo, Leandro Fernández) le permitan al club salir del "ostracismo futbolístico" según diría Eduardo González.-
Renovarse es vivir.-
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