Ricardo Pavoni estuvo al aire en “De la Cuna al Infierno” en el día que el mundo de Independiente despidió a Roberto Ferreiro. Con una mezcla de alegría y nostalgia, el “Chivo” recordó a “Pipo”: “Quiero decirle a la gente que lo recuerden cómo era él, con alegría. Yo siempre lo recordaré así”.
“Pipo siempre dijo una frase que nosotros la tomamos como nuestra, jamás dijo que era el técnico o asesor, decía:“Yo soy el hermano mayor de ustedes, dejen bola háganme caso que los hermanos tienen mayor experiencia”, contó Pavoni.
Un largo camino recorrieron las dos glorias de Independiente: “La primera foto que yo tengo en Argentina, fue el 24 de marzo del ’65, cuando jugamos la semifinal de la copa en la cancha de River contra Boca, es con Pipo abrazándome. La buscaba y la encontré, se la quería llevar pero lamentablemente no me dio el tiempo.
El “Chivo” eligió recordarlo con emoción: “Era un gran tipo, un gran hombre. Quiero decirle a la gente que lo recuerden cómo era él, con alegría. Recuerdo las alegrías que pasé con Pipo y con el grupo. Las alegrías cuando salíamos campeones del mundo. Son imborrables”.
Para describirlo, Pavoni dijo: “Como jugador, era un tipo aguerrido. No bajaba jamás los brazos, lo podías gambetear 14 veces, que las 14 veces te alcanzaba y llegaba. Tenía una gran resistencia física, era un avión. Se cuidaba como nadie, no fumaba no salía. Era perfecto”.
“Cuando agarra la dirección técnica con nosotros, él iba para adelante y nos arrastraba a todos. Era muy simple, era un tipo que sabía lo que él sabía hacer, lo perfeccionaba, no inventaba cosas raras. Si no sabía hacerlo, no lo hacía. Eso le daba una simpleza”, recordó.
“Para Pipo Independiente significaba todo. Hay sentimientos que vos no podes decirlos. Cuando vos estás emocionado, no sabes cuál es el sentimiento que te abarca. Pipo se emocionaba porque lo vivía y lo sentía, le encantaba estar en el club y hablar con los grupos. No es que contaba anécdotas, él contaba cosas reales. Él les abría el camino y los ojos. Era muy importante”, concluyó con emoción.
Por Nerina Rosende.-
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