miércoles, 27 de enero de 2021

Pedro Monzón: "Le pedí muchísimo a Dios que me cumpla el sueño de volver a trabajar en Independiente."

Pedro Damián Monzón estuvo en F90 (ESPN) "Llegar a Independiente es algo que llevo en el alma. Le pedí muchísimo a Dios que me cumpla el sueño de volver a trabajar en Independiente. Estoy muy agradecido a Falcioni y la dirigencia que me dan la oportunidad, y a la gente, que no sé por qué me demuestran tanto cariño.- Pensé que ya se habían olvidado de mí. Si es un sueño, ojalá no me despierte nunca. Estoy feliz y con ganas de trabajar, de demostrarle a los que confiaron en mí, que no se equivocaron en elegirme. Tengo mucho para dar.- Es difícil cuando se apagan las luces. Yo venía de una familia muy pobre, luché por un objetivo y en el vestuario de Independiente conocí lo que era una ducha para bañarse, un inodoro. Yo tenía el deseo de jugar en Independiente, de ayudar a mi familia. La peleaba mucho.- Vivía en la pensión de Independiente. Éramos 11 chicos y había seis camas y cinco colchones. A mí me tocaba el colchón y era feliz. Eso me fortalecía día a día porque tenía el sueño de jugar ahí. También quería estudiar, pero llegué un día con un cuaderno y una lapicera, no sabía que te pedían tantas cosas. Tuve que abandonar porque no tenía un libro, no tenía nada. El fútbol era lo que podía darme algo y yo pude cumplir mi sueño de jugar en Primera. Cobrábamos un viático, pero yo no pensaba en la plata, pensaba en los aplausos de la gente. Hoy soy millonario por como vivo y porque estoy en Independiente, porque mis hijos y mi mujer están sanos.- Velasco me dice ‘Moncho’ y me parece re loco porque puede ser mi nieto. Me hace feliz que me hable de esa manera. Él es el crack, yo tengo que apoyarlo.- Hoy hice de árbitro, que es horrible, ja. Uno hizo un foul y se lo cobré. Después se acercó y me dijo: ‘Me cobraste eso y vos pegabas más fuerte’. Yo me moría de felicidad porque me conoce. Ahora soy más paternal. Antes pegaba cuatro gritos y los mandaba a las duchas, pero me di cuenta que hay que querer a los jugadores, hablarles, darles consejos.- Dejé de jugar en Independiente hace muchísimos años. Hoy integro un cuerpo técnico y me hacen sentir que ellos me conocen a mí y yo a ellos desde hace años. Voy a hacer lo imposible para que esto no se termine. Tuve la suerte de decirle al grupo lo que siento porque Julio me dio la oportunidad. Le dije a los jugadores que quiero que ellos sean campeones. Ellos nos pueden dar un campeonato a nosotros, no nosotros a ellos.- Maradona me salvó la vida. En un momento no quería vivir más, no me daba cuenta del amor de la gente y de mi familia. Buscaba una forma de justificar lo que estaba por hacer y lo llamé a Diego. Le dije que me moría de ganas de verlo. Él intuía todo y me dijo: ‘En un rato voy’. Estaba en un local, golpearon la persiana y era Diego. Tenía miedo de contarle lo que me estaba pasando porque me iba a agarrar a las piñas y yo no podía ponerle una mano encima a él. Nos quedamos un par de horas, le conté cosas de mi vida, que había nacido mi hija, y ahí dije: o hago lo imposible para estar bien o no hago nada y me muero de una vez. Él nunca supo la verdad, siempre me veía fuerte. Creía que era imposible que yo pensara en no vivir más.- Siempre soñé con volver a Independiente. Siempre le hice saber a todos los técnicos que yo quería ser el DT de Independiente, pero jamás deseé que el equipo pierda para que se vaya el entrenador. Prefería no estar antes que Independiente pierda. Sueño con que el equipo levante una Copa Libertadores, la Intercontinental, todo. Quisiera que el jugador sueñe con que lo puede lograr, pero que también sepa que la camiseta de Independiente es gloriosa y que esté orgulloso de usarla. No me gustaría enterarme que alguien no siente eso”.


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