Clarín, 20-8-15
Lanús cortó la racha de Independiente y pasó a cuartos.
En La Plata, ganó 2-0 con goles de Román Martínez y Gonzalo Castellani. En la próxima instancia enfrentará al ganador de Vélez-Gimnasia. El Rojo estaba invicto desde la llegada de Mauricio Pellegrino, con seis triunfos al hilo.
Román Martínez y todo Lanús celebran el primero del Grana mientras Vera y Albertengo se lamentan. (Juano Tesone).
Se le terminó la primavera a Independiente. En La Plata, por los octavos de final de la Copa Argentina, Lanús le ganó bien y le quitó el invicto de seis triunfos al hilo que acumulaba desde la llegada de Mauricio Pellegrino. Con goles de Román Martínez, en el primer tiempo, y Gonzalo Castellani, en el inicio del complemento, el equipo de los Mellizos lo superó con autoridad y pasó a cuartos de final, donde enfrentará al ganador de Vélez-Gimnasia.
Independiente llegaba en plena onda verde. Con seis triunfos consecutivos, con el invicto en la era Pellegrino y varios jugadores en su pico más alto. Así llegaba a enfrentar a un Lanús que hacía de este partido un objetivo en sí mismo. Es que el Grana preservó jugadores en el último partido del torneo local ante Estudiantes y decidió enfocars en las Copas, ante el Rojo por la Argentina y la semana que viene frente a Belgrano por la Sudamericana.
Y se jugó como una final. Pierna fuerte, mucho roce y el mediocampo como zona de congestión. Eso propuso Lanús. Y complicó la propuesta de salida limpia de Independiente. Le bloqueó a Jesús Méndez, el eje del juego. Y cada vez que podía salía con pelotazos profundos para las corridas de Lautaro Acosta.
A los 30 minutos, Carlos Araujo capturó un rechazo en la banda derecha y la metió al corazón del área para el ingreso de Román Martínez, que rompió el molde y definió cruzado contra el palo derecho de Rodríguez.
En el segundo tiempo, el Granate golpeó de entrada con una jugada similar, aunque superadora, de la que permitió abrir el marcador. Avanzó Araujo por derecha, extendió para Román Martínez, figura del partido, que tocó al medio para Acosta. Y el Laucha, de espaldas a la jugada, solucionó todo con un taco. La puso en el punto del penal para el ingreso de Gonzalo Castellani, que definió bárbaro.
Desde ese momento, Lanús retrocedió, se aferró a la ventaja y apostó a las contras. La pelota fue dominio exclusivo de Independiente que no tuvo ideas para romper la barrera defensiva de su rival. El ingreso de Matías Pisano no le sirvió para desequilibrar, después probó con Claudio Aquino, para intentar comandar los avances y por último entró Lucero para sumar peso en el área. Pero no hubo caso.
El Rojo apenas inquietó con un tiro libre de Benítez, que tapó fácil Matías Ibáñez. Y llenó el área de centros, que se turnaban para despejar los defensores del Granate.
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