Coincido totalmente con el título de Nahuel Lanzillota en su nota de Clarín, hoy 18-9-16.- Una apuesta a mi criterio inexplicable a la que recurrió el DT, que privó a Independiente de proseguir con una racha ganadora que podía afianzarnos en la punta del torneo.- Si la Copa estuviera en una fase más avanzada (léase semifinal o final) sería entendible... Pero cuando todavía hay que ganar 4 llaves para ganarla, resignar chances en el torneo oficial (que dura hasta Julio de 2017) es temerario.- Máxime cuando los hinchas de Independiente vivimos quejándonos de que "hace 14 años que no somos campeones" desconsiderando claramente a la Copa que ganamos en 2010, que no es ni más ni menos que la misma a la que ahora le damos prioridad sobre el torneo que después queremos ganar.-
Malas decisiones llevan a malos finales.-
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