Por el Dr. Fernando Gil para Siempre del Rojo Radio.
Llegamos al Libertadores ya sabiendo que sería un hervidero: lleno total por un público de Independiente entusiasmado por venir punteros, por la victoria ante San Lorenzo, y por saber que por primera vez desde hace unos cuantos años, Independiente tiene un equipo que da para la esperanza. Por supuesto, que el rival fuera Rácing, es un condimento más que especial. Ya desde temprano Avellaneda se vestía de rojo, pese a que algún picaro desde un dron, quisiera amargar la fiesta.
Vaccari hizo entrar a Montiel y se la jugó por Tarzia, dejando en el banco a Hidalgo y a Cabral. Lo de Cabral es entendible atendiendo al muy buen partido de Millán en el bajo Flores, pero ¿Tarzia? No viene pasando su mejor momento mientras que Hidalgo la otra vez volvió loco (literalmente) al fondo de Instituto. Pero había que hacerle un lugar a Montiel, e Hidalgo fue el elegido para salir.
El primer tiempo estuvo a contramano de tanto fervor rojo. Rey se convirtió en baluarte fundamental al tapar 3 o 4 remates a quemarropa que le bastaron para ser el mejor de la tarde. Pero claro, un jugador solo no es un equipo. Y en otro error en la salida (de los que Lomónaco suele ser protagonista) derivó en un quite, un pase a la izquierda, un centro atrás y Martiarena que llega de frente sólo por el medio con el arco a su merced para poner el 1-0 que cayó como un balde de agua fria del que costó templarse.-
Eso ocurrió a los 20 del PT. Antes de eso, Rácing había tenido varias chances, como dijimos, sofocadas por un espléndido Rey. Independiente sólo había llegado una vez con un buen remate de Tarzia dirigido al ángulo, que fue desviado al corner por el arquero Arias.-
Independiente fue un manojo de nervios. Quería, pero no sabía como y por ende no podía. Millán estuvo desaparecido. Tarzia amonestado y siempre por su inmadurez al borde de la roja. Vera vió la amarilla al minuto de juego. Loyola no fue el que todos conocemos, y Lomónaco peca de exceso de suficiencia. Avalos, como es habitual, se apaga en los partidos importantes,Solamente la sobriedad de Valdéz y de Marcone salvan la ropa en el primer tiempo, además, desde luego, del monstruoso tamaño de Rey, sostén de Independiente en este primer tiempo.
Vaccari se dió cuenta que debía cambiar e hizo dos cambios muy oportunos. Adentro Cabral e Hidalgo, afuera Tarzia (tenía amarilla) y Millán (desapercibido). Y el equipo mejoró. No mucho, pero si lo suficiente para que Rácing no llegue más y, poco a poco, ir generando situaciones, lamentablemente mal definidas. Por ejemplo Cabral a los 12 patea muy desviado un remate de volea en posición inmejorable. Luego Arias le quita un remate a quemarropa a Montiel (otro de tarde floja). Pero a partir del titiritero Cabral, Independiente comenzó a generar más peligro. Por momentos abusando de los centros (para un Avalos que nunca apareció). Los minutos pasaban y de la tribuna bajaba el "movete rojo movete". Hasta que a los 34, cuando ya todo era angustia, llegó el merecido empate: Cabral le pone a Angulo un gran pase en profundidad y el moreno colombiano, aprovechando su velocidad, llega antes que Arias y se cabeza, la hace ingresar al arco por encima del arquero visitante. 1-1.
Aquí Rácing, con la complicidad del árbitro Nicolás Ramires, decidió no jugar más. Aries estuvo en el piso varios minutos, luego cada caida de un jugador de Rácing eran 5 o 6 minutos sin jugar, e incluso de los 6 minutos que se adicionaron, se habrán jugado 2. El tiempo trascurrió y dejó este 1-1 final que deja a Independiente sabor a ropa salvada.
REY (9)
VERA (5)
LOMONACO (5)
VALDEZ (7)
ANGULO (8)
LOYOLA (6)
MARCONE (7)
MILLAN (4)
MONTIEL (5)
AVALOS (4)
TARZIA (5)
Luego ingresaron:
CABRAL (6)
HIDALGO (5)
GALDAMES (6)
GIMENEZ ROJAS (s/p)