La marea roja recuperó la paz
Independiente 3 - Atlético de Rafaela 0Luego de 414 días el equipo de Avellaneda volvió a Primera División. Y de nuevo pudo vivir una jornada de fiesta.
Por FERNANDO GOUROVICH (Clarín 11-8-14)
No se podía ni respirar ese 8 de junio. Un Independiente a la deriva institucionalmente y perdido y temeroso en la cancha, no podía con Patronato de Paraná. El Libertadores de América era una verdadera caldera. Estaban todos poseídos . El reparto de puntos agregaba un capítulo más a semejante calvario: el desempate con Huracán, el que finalmente lo liberó, el que lo catapultó a la A...
De aquel domingo frío a este domingo soleadito, apacible, todo cambió. Todo se transformó. Todo. De la histeria al desahogo. De los insultos múltiples a cada uno, a todos, a los aplausos ilimitados; para el que sea. De las casi agresiones a Cristian Tula, a Facundo Parra, a Federico Insúa y a Daniel Montenegro (“Ahora los vamos a buscar al hotel. Van a cobrar todos si no ascienden”, les gritaron), a los mimos . Del grito contenido al aliento incondicional... Después de 414 días, ayer, Independiente retornó a la categoría VIP del fútbol argentino en su casa. Pero hay algo más importante: recuperó la calma, se fue ordenando institucionalmente, comenzó a estabilizarse y anda detrás de una identidad de juego.
La atmósfera es otra. Se palpa en las cercanías del estadio. La marea roja arranca en los puentes y en la Avenida Mitre y se desparrama por Alsina, por Bochini. Ya no hay que pensar en “voy a la Norte o voy a la Sur”. Hay dos barras (a Pablo Bebote Alvarez lo vieron en la puerta de la Norte), con cotillón nuevo. Todo rojo y blanco, nada verde, como muchos presagiaban. Van todos para el mismo lado.
Una hora antes, el estadio va tomando color.
Rojo, por supuesto. La gente en los pasillos habla de los refuerzos, de las obras (ayer se inauguró parte de la Bochini Alta; esperan terminarla para el clásico), de los nuevos sponsors. Está ilusionada con este cambio. No hay triple vigilancia en los accesos como en la última época mística .
Falta poco. Nada para el arranque del partido contra los rafaelinos. Son las 14.58 y desde las cabeceras arrancan los recuerdos para Racing, su eterno rival, y encuentran eco en las plateas: “Acamedia que amargado se te ve/cada vez nos falta menos/para volvernos a ver” . Cantan. Saltan. Como hacía muchísimo tiempo no lo hacían.
Aparece el equipo y se mueve el estadio. Se tiñe de Rojo. A las 15.12 sale espontáneamente el “Será siempre Independiente/el orgullo nacional...”Cinco minutos más tarde, exactamente a las 15.17, volvió oficialmente a Primera.
Con algunos refuerzos, como Juan Martín Lucero y Walter Riaño, hubo amor a primera vista. La dupla de ataque arrancó en un gran nivel. Pese a no acertar al arco, hubo aprobación ante cada aparición. Jesús Méndez generó algunos silencios en esas dos pelotas que perdió en el inicio. Hubo murmullos para el capitán Tula y aplausos para los chicos del club, para el Ruso Rodríguez y para Federico Mancuello, la bandera del equipo que volvió y de este también.
El gol de Mancu fue como un alarido. Cada intervención del arquero era acompañada por una ovación. Se festeja el gol de Pizzini, otro de los mimados. A media hora del final, la gente aplaude de pie el toqueteo (intrascendente, claro). La pelota se mueve de un lado al otro. Muchos no recuerdan cuándo fue la última vez que hubo paciencia adentro y afuera. Llega el gol de Lucero. La fiesta del regreso es total. El “siempre estaré a tu lado Rojo querido” retumba en todo el Libertadores de América. Conmueve. Todo un símbolo.
Hoy Lunes de 19 a 21 hs, LA VISERA por AM 1490 Radio Gama. Con Luis La Torre y Roberto Dalla Valle.-

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