Por Beto Tisinovich para Olé. 17-10-15
Bien, muchachos. Muy bien. Fueron a Misiones a pasear a Crucero. Se sabía que los dirigidos por Rambert estaban descendidos, pero venían de hacerle partido a Boca en la Bombonera y sólo perdieron por un gol en contra. Los nuestros, desde los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, se tomaron el partido con la seriedad de un equipo que va por más. Que no se quedó en el baile a River, aunque algunos genios de los opinólogos que inundan las radios y la TV hayan querido desmerecer al Rojo, y preparó el match con vistas al próximo rival. No por nada se pidió el 225 para que Ortiz esté en el medio y que Mancuello vuelva a ser titular.
Además tiene que saberse que en la semana de trabajo en Villa Domínico se entrenaron con pasto alto para acostumbrarse a la grama bahiana del estadio de Garupá. Se sabe que no es lo mismo, pero hubo prevención de Pellegrino y sus ayudantes para que nada quede librado al azar. Y así fue que en una noche espectacular de Vera, todo se hizo más fácil. Costó que entrara el primero para que después los tres puntos viajen en primera clase para Avelleneda. Desde el fondo y con el trabajo del doble cinco, se nota la seguridad y el convencimiento. Los rendimientos son parejos y la sana competencia para ver quién juega es otro hecho destacado. Lástima la lesión de Vidal, quien venía mostrando sus cualidades en la noche misionera. Es la única mancha para un conjunto que se viene afianzando partido tras partido. Lo bueno es que nadie se la cree. Ellos mejor que nadie saben que falta para lograr el primer objetivo de clasificar a la Libertadores. Ahora a pensar en Santa Fe, otro rival de cuidado como Olimpia, pero sabiendo que los 51 puntos y los 15 juegos sin caer, nos ponen casi en la Liguilla. A seguir así. Vamos...
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