Por Johnatan Wiktor para La Nación.-
A cuatro días de anunciar que no seguiría, el DT llegó a un acuerdo con la dirigencia para quedarse por al menos un año; en el inesperado regreso, todavía hay puntos por aclarar.-
Ariel Holan renunció por tres días. Al cuarto, dio marcha atrás, en un episodio que todavía tiene varios puntos por aclarar. El clamor popular y las dudas con que había tomado la decisión de no continuar dejaron abierta una puerta que la familia Moyano , ayer a la tarde, logró reabrir. El entrenador que llevó a Independiente a alzar la Copa Sudamericana en 2017 seguirá por un año, como mínimo. La semana próxima, una vez que regrese de su luna de miel -se casó el viernes-, firmará el vínculo. Por ende, el proyecto que había diagramado en los últimos meses y que parecía condenado al archivo, verá la luz en el futuro inmediato: Holan planea una profunda reestructuración futbolística.
Las últimas dos semanas fueron un electrocardiograma. El miércoles 13, en el Maracaná, Independiente conseguía su 17º título internacional de campeón al imponerse a Flamengo. Siete días más tarde, Holan, mediante una carta publicada en Twitter, sorprendía al avisar que, por temor a una posible venganza de la barra brava, había decidido no renovar su contrato. A partir de ese momento los directivos mantuvieron conversaciones con Matías Almeyda y Antonio Mohamed para reemplazarlo. En medio se conoció la ruptura de su cuerpo técnico. Nada hacía pensar en un desenlace como el que se dio: ayer, a diez días de la vuelta olímpica, Holan se reunió con Hugo y Pablo Moyano, el presidente y el vicepresidente, y con Héctor "Yoyo" Maldonado, el secretario general, para firmar un preacuerdo que lo liga con el club por un año, extensible a otro.
Holan regresa recargado y con mucho más poder que aquél con el que se fue. En una entrevista con LA NACION había reconocido que tenía un proyecto por presentar y que en él iba a estar la clave de su continuidad. Si querían que se quedara, los directivos iban a tener que aprobarlo. En las últimas reuniones y tras el arrepentimiento de Holan, los dirigentes examinaron los requisitos y aceptaron.
Uno de los planes de Holan es construir una estructura que alinee a Independiente detrás de cierta idea futbolística. En principio, la reserva y las divisiones inferiores mayores pasarán a la órbita del cuerpo técnico de la primera. El entrenador de 57 años está obsesionado con marcar un rumbo que lleve al Rojo a una evolución. La obtención de la Sudamericana no fue, para él, la culminación de algo, sino lo contrario: el inicio de una etapa superadora.
La plana mayor de la comisión directiva empezará a negociar en breve los refuerzos. Holan tiene en mente las zonas que se debe robustecer. Al pedido de incorporaciones agrega el de que le mantengan la base del plantel. Ezequiel Barco y Nicolás Tagliafico, piezas clave, tienen ofertas para irse al exterior -uno, a Estados Unidos; el otro, a Holanda-, pero Moyano hará todo lo posible para no desarmar el grupo que celebró en Río de Janeiro. A todo esto, varios jugadores -entre ellos, algunos referentes- quedarán fuera del corte final que establecerá el propio entrenador.
Con el regreso de Holan, se irán cuatro integrantes del cuerpo técnico. La ruptura en la relación con Alejandro Kohan, su más estrecho colaborador, generó un gran recambio en el grupo de trabajo. Además del preparador físico -ayer se despidió en las redes sociales- se marcharán Tobías Kohan, Gustavo Sato y Juan Branda. Se sumará Pablo Blanco, ex PF de Alejandro Sabella. El ex seleccionador nacional, de excelente relación con Holan, se lo recomendó. Con el correr de los días se completará la nómina de ayudantes.
Entre los animadores de la Superliga y con la posibilidad de sumar otros tres trofeos (Recopa Sudamericana, Copa Libertadores y Copa Suruga Bank),Independiente tendrá un 2018 de alto voltaje. Holan, sin Kohan pero con un férreo apoyo para luchar contra la barra brava, tiene un proyecto para llevar al club a un nivel superior.
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