lunes, 9 de junio de 2014

Clarín: Angustia, Bronca y amenazas


Clarín 9-6-14

Angustia, bronca y amenazas


Tras el 0-0 ante Patronato algunos hinchas increparon a los jugadores: “Si no ascienden los matamos a todos”.

Estaba todo pensado para terminar con el sufrimiento. Para que la agonía, que lleva ya 359 días desde aquel 15 de junio de 2013 en que se decretó el descenso por primera vez en su épica historia llena de Copas y de festejos locales, quedase bien enterrada y olvidada lo más pronto posible por todos sus hinchas. Sin embargo, el nudo de la angustia de Independiente sigue bien atado a su corazón.
Y todo ese clima de confianza e ilusión que se respiraba en un Libertadores de América colmado por más de 40 mil diablos , se apagó con el gol de Huracán en Isidro Casanova.
Primero fue el silencio. Después la bronca. Y, finalmente, la congoja la que se apoderó de los simpatizantes que -muchos con lágrimas en los ojos- no podían creer cómo a Independiente se le escapaba de las manos la chance inmejorable de volver a Primera.
Cómo habrá sido la desesperación de la gente en las tribunas que hasta toda la cancha gritó por error un gol que no existió de Almirante Brown...
La efervescencia de la previa fue mucha. Es cierto, un grupito de hinchas había desplegado una bandera cuando llegó el micro del plantel que decía: “Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores váyanse todos cuando termine el partido”.
Pero, más allá de eso, la atmósfera era de puro optimismo.
Si hasta Avellaneda se vio empapelada por unos curiosos afiches en los que se leía: “Gracias socios. Esto es un logro de todos. Agrupación Independiente”.
¿Un festejo anticipado? Desde la agrupación que lo tiene a Hugo Moyano (se retiró del estadio entre halagos e insultos) entre sus filas argumentaron que “fue obra de la barra”... Noray Nakis tampoco quiso perder protagonismo. Montó un show con una réplica de la Copa Libertadores y repartió miles de globos rojos con la inscripción “Noray presidente” .
Dejando de lado la política (o politiquería), los hinchas aportaron su color antes del pitazo inicial. El recibimiento al equipo fue el de una final por el título.
Un marco ideal, que se transformó en una caldera cuando el 0-0 final desembocó en el partido desempate con Huracán, a jugarse el miércoles en La Plata. Algunos se colgaron del acrílico que separa la platea Erico Baja del campo de juego para tirarle hasta ¡un par de zapatillas! a los jugadores que se fueron empapados por un diluvio de silbidos.
Ayer la gente no se concentró en el hall de la antesala al vestuario local para insultar al plantel. Esta vez, la gran masa de hinchas no tenía fuerzas ni para reproches.
Pero el ambiente, igualmente estuvo picante por unos pocos que no aguantaron su furia. Los móviles de televisión que se apostaban en el playón tuvieron que irse tras recibir amenazas y ser increpados por un grupo de simpatizantes.
Los futbolistas de Independiente decidieron salir por el vestuario visitante (por la calle Bochini). Y allí se vivieron momentos de tensión entre algunos hinchas y los referentes. Cristian Tula fue uno de los últimos en salir.
“Falta una batalla. No nos den por muertos”, soltó a la pasada el experimentado defensor, mientras recibía insultos de tres o cuatro simpatizantes comunes que estaban apostados al lado del micro del plantel. En vez de ignorarlos, Tula decidió frenar su marcha y dialogar con uno de ellos.
“Vienen a gritar ahora y eso no sirve. Nosotros estamos igual de mal que ustedes” , trató de explicarle el central.
“Pero, Cristian, ¡no ascendemos!” , siguió el hincha, alterado.
“Esto no suma. Quedate tranquilo que el miércoles ascendemos” , cerró, mientras Claudio Morel Rodríguez bajó para llevárselo, al igual que Facundo Parra, otro que cruzó reproches con una chica.
Cuando estaban todos arriba del micro, aparecieron tres ¿barras? que, a puro insulto, pedían hablar con Daniel Montenegro y con Federico Insúa.
“Se lo pedimos bien. ¿Encima no lo entienden?” , gritaban y golpeaban las ventanillas. ¿Qué pedían? ¿Camisetas? El Pocho se asomó y fue amenazado: “Si no ascienden los matamos a todos. Ahora vamos al hotel”. Todo esto ante la mirada de la gente de Seguridad y de los periodistas.
El arribo del plantel al hotel Feirs Park, donde quedará concentrado hasta el miércoles, fue sin inconvenientes, con una fuerte custodia policial. La angustia de Independiente se estira y su calvario todavía tiene un final incierto.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario