Por Lourdes Peralta.-
Obviamente, Ariel Holan fue el artífice fundamental de este logro,y su emoción al final del partido conmovió a propios y a extraños: "Es un sueño, no me quiero despertar. Tenía una confianza plena en el plantel. En este estadio era una parada muy difícil. Pudimos no haber salido campeones, pero para mi Independiente está de pie por el contenido futbolístico. Me da placer que el equipo sea competitivo, la forma en que lo lleva adelante, que el activo fijo del club se haya revalorizado y podamos salir de una de las noches más oscuras. Yo sufrí mucho este año, mi familia también. Este es momento de festejar y mi continuidad la voy a evaluar y la voy a ver con mi familia también. Mi familia es mi felicidad, pero este es el sueño de toda mi vida. Son una mezcla de sentimientos tan profundos que solo los que me conocen pueden tener noción de lo que significa para mi. Me enorgullece ser entrenador de estos gladiadores. Algunos no llegan a 50 partidos en primera y han hecho esto que será imborrable. Y otros con experiencia, va a quedar en su recuerdo. Hay que celebrarlo porque lo merecen. Tengo una convicción enorme de que este es el camino para volver a ser lo que fuimos. Un equipo competitivo, protagonista en cualquier cancha. Luego, el proceso de entrenamiento basado en lo conceptual. Tenemos un trabajo integral del CT donde trabajamos tema mental, físico"
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