Por Lourdes Peralta.-
Volvimos a ser.-
En la noche del miércoles, Independiente superó a Flamengo y se consagró campeón de la Copa Sudamericana en el Maracaná.
El día que tanto esperamos, finalmente llegó. Después de tanto sufrimiento, de innumerables golpes y caídas, de malos manejos y demás adversidades, podemos decir que el Rey de Copas volvió a ser. Volvió a ser ese equipo que todos queríamos, del que tanto nos hablaban, el de las hazañas, de la mística copera…
Pero Independiente no volvió a ser sólo este miércoles por la noche, cuando el árbitro marcó el final del encuentro y todo era alegría en el pueblo rojo. Independiente empezó a volver el día que recuperó la categoría, el día que recuperó la identidad, el día que el grupo entendió que la única forma de lograr las cosas era tirando todos para el mismo lado, cuando entendieron que Compromiso, Actitud e Intensidad son más que tres simples palabras.
De la mano de Ariel Holan, Independiente recuperó el sentido de pertenencia, los ídolos, las glorias, dejaron de ser sólo parte del pasado para pasar a ser parte del presente y colaborar en la formación de un gran futuro. El plantel dejó de ser una suma de individualidades y pasó a ser un verdadero grupo, sin lucha de egos, con objetivos comunes, compañerismo, competencia sana y alegría sincera.
Sufrimos, un montón, tuvimos que superar innumerables obstáculos para alcanzar esto, pero hoy podemos festejar, hoy podemos reír, cantar, gritar. Hoy el pecho se nos infla de la alegría, del orgullo. Hoy, también, podemos llorar. Llorar de felicidad, llorar para desahogarnos, para dejar salir todo lo que teníamos acumulado en el pecho, en el alma, en el corazón.
Hoy para el pueblo rojo todo es alegría, hoy disfrutamos de volver a ser campeones. Pero sabemos que este no es el final del camino, este es el inicio de todo, este es el comienzo de la vuelta del Rey de Copas, porque siempre vamos a querer más, porque así lo manda la historia y así lo mandan nuestros corazones. Porque sabemos que somos gigantes, cada vez más, y el orgullo que nos genera Independiente es inexplicable, inexplicable como todo amor verdadero. Porque no podemos poner en palabras lo mucho que significa esta camiseta, por más que intentemos, no hay nada como sentirlo. Nada más lindo que sentirlo.
Hoy Independiente está de pie. Aunque a muchos les pese, aunque a muchos les duela, Independiente está volviendo a ser y nada ni nadie va a poder detenerlo porque la convicción es más fuerte que todo.
Estuvimos en las malas, estamos en las buenas y vamos a seguir estando en todo lo que toque. Quedó demostrado que Independiente es más fuerte todo, pero también, que Independiente necesita de todos. Ni los jugadores solos, ni los dirigentes solos, ni el técnico solo ni los hinchas solos alcanzan. Todos juntos tenemos que aportar para que Independiente siga resurgiendo, para que vuelva a ser…
Y aunque nos lleven la contra, todos los cuadros, todos los países, todas las hinchadas demás, será SIEMPRE INDEPENDIENTE EL ORGULLO NACIONAL.
¡Salud, Diablo! ¡Gracias por otra alegría!
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