8 de Julio de 2019
"El desafío es llevar a Independiente al lugar que nunca debió haber abandonado. Por eso asumimos esta función con mucho compromiso y responsabilidad". Las palabras corresponden a Hugo Moyano el día de su asunción en 2014. Hoy, a cinco años de aquel martes 8 de julio, podemos decir que el presidente cumplió y quiere más.
Agarró un club devastado en todos los sentidos. Futbolísticos, económicos y financieros. Dos días antes se había impuesto en las elecciones con casi el 70% de los votos. Con mucho trabajo se fue poniendo de pie al Rey de Copas. Lo metió otra vez a la altura de los grandes de América. Porque además de las vueltas olímpicas de la Sudamericana 2017 en el Maracaná y la Suruga en Japón, el Rojo otra vez se metió en la pelea grande.
De no tener un plantel para afrontar el torneo de Primera División en 2014, a tener futbolistas cotizados que fueron transferidos en forma notable. No por nada fue reelecto el 17 de diciembre de 2017 con el 89% de los sufragios y con mandato hasta fines de 2021.
Por supuesto que nada de lo logrado hubiese sido posible sin el aporte de la masa societaria y de los hinchas. Esos que disfrutan día a día el avance en las obras de todos los predios, que estaban totalmente inutilizables. Como así la terminación del estadio Libertadores de América, que está entre los mejores de todo el continente en su hermoso estilo europeo.
A seguir por el mismo camino que todavía queda mucho por hacer, jugar y ganar. Vamos, Independiente.
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