20-12-2014 OLE
Favio Verona Fverona@ole.com.ar
Moyano prometió que en diciembre de 2015 la cancha estará terminada. Las obras costarán alrededor de $ 60 millones y el club ya tiene los fondos para ejecutarlas.
Mi objetivo es que el 2015 termine con un título y con la cancha terminada”. Hugo Moyano aún recorría los escombros que habían quedado dispersos después de que Javier Cantero arrasara con todo cuando aquella idea comenzó a alojarse en su cabeza.
Los $ 575 millones de pasivo representan un lastre que conspira contra cualquier ambición. La falta de recursos de un club acorralado por su pauperizada economía, le adosaba cierto carácter quimérico a las pretensiones del presidente de Independiente. Hoy, a 165 días de su asunción, el presupuesto para la finalización del Libertadores de América ya fue proyectado. Y se estipuló la fecha para el comienzo de las obras: martes 6 de enero.
“En diciembre del año que viene la cancha va a estar terminada”, prometió Moyano. Y “si él promete algo quedate tranquilo que no va a parar hasta cumplirlo”, sentenció el secretario deportivo del Rojo, Jorge Damiani. Fue el presidente quien se planteó la meta de culminar las obras. El costo de las mismas rondará los $ 60 millones. Según le confirmaron a Olé desde el club, el Rojo ya dispone de ese monto: “Hugo no va a mandar a armar un presupuesto si sabe que después va a ser imposible asumir el compromiso. Independiente ya tiene el dinero. Y cuando hay plata, las obras avanzan. En poco tiempo la gente va a empezar a notar los cambios”.
Los fondos se consiguieron desde distintas áreas. Los numerosos sponsors que auspician la camiseta pagan mucho más que los que estaban antes. Ese fue el principal generador de recursos del club. Además, el caudal de nuevos asociados se potenció en forma exponencial desde el desembarco de la nueva conducción, se recaudaron más de $ 6 millones en la cena que la dirigencia organizó el 11 de noviembre, y también ingresó mucho dinero de la campaña que la CD lanzó para venderle a los hinchas el DNI de Independiente, cuyo valor es de $ 200. Si bien en un principio se especuló con la posibilidad de conseguir un main sponsor y cambiar el nombre del estadio a cambio del monto indispensable para finalizar las obras, la tesorera del club, Liliana Toribio, se opuso y esa opción quedó descartada. “Coca Cola podría ser un sponsor, pero mientras esté Moyano el estadio se va a llamar Libertadores de América y punto final”, bajó el martillo la mujer que maneja la caja del Rojo. Si como consecuencia de la inflación se torna imperioso conseguir más fondos, la idea de la dirigencia es apelar a la publicidad estática. “Yo no tengo dinero, lo consigo. Y si lo tuviera no lo pondría en el club”, reconoció Moyano. Ayer, nueve empresas adquirieron los pliegos para ejecutar las obras.
Lo primero que se va a construir es la Garganta N°3, en donde actualmente descansa un LED. Una vez que finalice esa etapa se terminarán los baños y la infraestructura interna de la platea Bochini Baja, para luego comenzar a montar las butacas. Además, se instalarán tres hileras de palcos entre la primera y la segunda bandeja de dicho sector. No habrá preventa, ya que los directivos consideran que se venderán de inmediato apenas se inauguren. La obra cívica estará a cargo de la subcomisión del estadio encabezada por Ezequiel Dorado, mientras que varias empresas se comprometieron a aportar materiales a cambio de publicidad. A pesar de que aún no está prevista su construcción, el techo también tiene presupuesto: $14 millones. De esta forma, la capacidad aumentará de 45.517 a 50.457 espectadores. Las obras son cuestión de estadio.
El arreglo
El 6 de enero, la empresa Astori comenzará a reparar la tribuna Norte Baja. Allí se desprendió un pedazo de mampostería ante Tigre y luego se clausuró un sector. El Rojo no deberá pagar el arreglo, ya que el club aún tiene la garantía de la constructora.
El aumento
A partir de los últimos retoques, el Libertadores contará con 4.940 espectadores más y la capacidad aumentará a 50.457.
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