Por Fernando Oscar Gil.-
El fútbol es un estado de animo, reza un viejo axioma de este deporte.- Y lo que sucedió esta noche en el Estadio Libertadores de América es una exacta prueba de ello.- El partido que Independiente le ganaría 2-1 a su similar Independiente del Valle de Ecuador estuvo signado por momentos del partido que cambiaron el estado de ánimo de los equipos, y ello con el correspondiente reflejo en el score.- Como siempre, el ataque de la Conmebol a nuestra institución estuvo presente, a través del temible VAR.- Pero veamos:
Independiente arrancó jugando mucho mejor que el equipo visitante.- Con velocidad y juego asociado, generó varias situaciones de peligro en el primer tiempo, lapso en el cual Campaña fue un espectador de lujo.- Pero a los 26 minutos, todo cambió: El centrodelantero Chavez logró una conquista, al rematar dos veces seguidas, primero de zurda y luego de derecha, contra el arco de la tribuna norte.- Pero cuando el gol ya había sido festejado y recontrafestajado, apareció el VAR para anularlo, por presunta posición adelantada de tres jugadores de Independiente, los cuales, a simple vista, estaban colocados en posición pasiva (ver foto).- La cuestión es que el gol fue anulado, y esto marcó un pronunciado declive en la perfomance de Independiente, que terminaría el primer tiempo sin reponerse y con un 0-0 que generaba incertidumbre.-
En el segundo tiempo, las cosas más o menos siguieron así, hasta que Benitez cometió un error inexplicable: sin estar presionado ni complicado, hizo en la salida un incomprensible centro hacia el medio del área local, y el destino quiso que quedara el balón precisamente en poder del goleador ecuatoriano, que con un remate excelente doblegó a Campaña enmudeciendo al estadio entero.-
Sin embargo, este gol (de notable relevancia dado su carácter de gol de visitante) hizo reaccionar a Independiente.- Los cambios de Beccacece fueron acertados: Pablo Perez demostró que no puede estar fuera del equipo: no solamente tuvo dos canches clarísimas que fueron desviadas milagrosamente por el arquero ecuatoriano, sino que empujó al equipo con una inyección de temperamento considerable.- Y Silvio Romero entró por el inexpresivo Chavez con ganas de demostrar que es el nueve de Independiente y lo logró: generó un penal que el mismo convirtió, y luego, anticipándose al zaguero ecuatoriano, empujó con la punta del botin a la red una pelota que Benitez le bajó de cabeza, ya en tiempo de descuento.-
Independiente lo dió vuelta con garra y corazón, sacando a relucir ese espíritu copero de los 70, ese que el Chivo Pavoni resume en su frase "los partidos de copa no se juegan, se ganan".- Bien, se ganó.- Y vaya si vale!
CAMPAÑA (5)
BUSTOS (6)
FIGAL (6)
SILVA (5)
SAMCHEZ MIÑO (8)
HERNANDEZ (6)
DOMINGO (4)
BENITEZ (3)
PIZZINI (4)
CHAVEZ (4)
PALACIOS (5)
Luego ingresaron:
PEREZ (8)
ROMERO SILVIO (8)
VELAZCO (s/p)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario