Gabriel Milito rompió el silencio y en un mano a mano con Olé explicó los motivos de su salida del Rojo. "Una parte de la dirigencia no estaba convencida de nuestro proyecto", contó.
El jueves 27 por la tarde tomó la decisión. Fue después de enterarse de que Miguel Gomis, Coordinador del Fútbol Amateur, y Santiago Lechu Rodríguez, del Fútbol Infantil, habían sido citados en la sede del club
para firmar un contrato que a último momento alguien frenó (lo que él consideró como una falta de respeto). Ese fue el detonante, el último episodio de una serie de desencuentros, que lo llevó a dar un paso al costado como entrenador de la Reserva. Gabriel Milito ya había notado que parte de la actual Comisión Directiva no estaba de acuerdo con el proyecto para el Fútbol Juvenil que comandaba Gomis pero que llevaba impresa la fuerte imagen del Mariscal. Aguantó hasta donde pudo varios conflictos porque se trataba de Independiente, pero entendió que, pese a sus ganas de seguir, era el momento de renunciar a su cargo. Consciente de que cualquier polémica perjudica principalmente al club y fiel al perfil bajo que cultivó a lo largo de su carrera, decidió tomarse varios días hasta que aceptó hablar con Olé para explicar su salida, que retumbó con muchísima fuerza en el Mundo Independiente.
-La pregunta del millón: ¿Por qué te fuiste?
-Porque a lo largo de estos últimos meses comprendí que el proyecto que teníamos con Miguel y Lechu para las Inferiores e Infantiles no contaba con el apoyo de una parte de la dirigencia. Cierta gente no estaba convencida de nuestra idea. No me parece mal porque el club tiene la potestad de elegir. Nuestra plan era trabajar a mediano y largo plazo en la captación, formación y crecimiento de los chicos, implementar cosas nuevas que mejoraran esas áreas del club, pero lamentablemente no se pudo.
-Parecía que no había consenso en la CD para que Gomis continuara como Coordinador de Inferiores, justamente a quien vos habías recomendado para ese cargo.
-A él y a Lechu para Infantiles los recomendé a fines del año pasado, cuando estaba la anterior gestión, porque sé de la capacidad, trayectoria y conocimiento que tienen ambos en esas dos áreas. Además de ser gente de confianza, claro. Pero lo que prevaleció fue la capacidad. Miguel, un señor con todas las letras, lleva 35 años trabajando con chicos y además de compartir con él una idea futbolística, lo recomendé por su docencia y especialmente por su decencia. Con ellos habíamos armado un lindo equipo de trabajo y yo me sentía feliz dirigiendo.
-¿No dudaste en continuar? ¿No te arrepentiste en estos días?
-Siempre que tomé decisiones fueron después de haberlas analizado el tiempo suficiente y convencido de lo que hacía. En esta oportunidad sentí que nuestro trabajo no gustaba. Tuve muchas evidencias de eso y por ese motivo decidí liberar al club para que ellos puedan elegir ahora a la gente que consideren más conveniente. Miguel se ofreció a dar un paso al costado y que yo me quedara en el club pero no lo acepté porque con él formábamos un equipo.
-¿Qué responsabilidad le cabe a Hugo Moyano, siendo el presidente del club, en tu salida?
-Ninguna. Cuando hablo de una parte de la dirigencia no incluyo a Hugo ni a su hijo Pablo. Entiendo que el presidente tiene muchas áreas para abarcar y es lógico que tenga que delegar funciones. Y él no estaba mucho en lo deportivo sino en las cuestiones más institucionales. Es más, sé que Hugo está haciendo las cosas bien, que está solucionando muchos problemas que encontraron al asumir y confío en que va a poder sacar al club adelante.
-Hablás de otros dirigentes que no creían en el proyecto y de evidencias. ¿Incluís las críticas públicas del vice Noray Nakis hacia Gomis y hacia el trabajo general en Inferiores?
-Cada uno tiene la libertad de expresarse y decir lo que siente y piensa. En ese sentido yo elijo no entrar en polémicas ni ponerme a criticar. Las cosas que tengo que decir las digo en privado. Lo que sí reitero es que yo sentí que no se confiaba en nuestro proyecto. Y así se hace imposible seguir trabajando. Y aclaro que el proyecto fue presentado hace varios meses a integrantes de esta Comisión Directiva.
-¿Te molestó que algunos dirigentes resaltaran la falta de resultados o alguna goleada en contra que recibían en Inferiores?
-Insisto, no me gusta ni quiero polemizar con nadie porque el mayor perjudicado termina siendo Independiente y nunca le voy a hacer un mal al club. Lo que pienso es que en la etapa formativa, la prioridad justamente es la formación. Si a mí me dan a elegir ganar a cualquier precio o perder siguiendo una idea, yo elijo seguir una idea. Porque estoy convencido de que a la larga terminás ganando. Y aquel que gana sin importarle los medios, ese triunfo termina siendo algo efímero, sin un sustento. Al menos ese es mi pensamiento. Eso no significa que sea el dueño de la verdad sino lo que a mí me han enseñado. La etapa más importante de mi carrera de futbolista fue cuando me tocó estar en el Juvenil con Pekerman. Más allá de que buscábamos ganar por estar defendiendo los colores de la Selección, ganar era la consecuencia de un trabajo. Se intentaba jugar con un estilo definido y dejando una imagen que representara de la mejor manera al país. Salvando las distancias, eso es lo que intenté hacer yo en esta etapa en Independiente.
-¿Sentís que no les dieron tiempo?
-Miguel trabajó sólo 10 meses. Yo estaba convencido de que si nos daban tiempo íbamos a poder cambiar muchas cosas. En 10 meses no se pueden pedir resultados en Inferiores. Se necesita tiempo y a Miguel no se lo dieron. Y no sólo a él. Nosotros formábamos un equipo de trabajo.
-¿Qué pasó con Gastón, el hermano del Kun?
-Gastón es un buen jugador, un muy bueno chico, al que yo subí en enero a practicar con nosotros cuando él, con 16 años, recién empezaba a jugar en Sexta. Era el más chico de nuestro grupo pero lo elegí porque le vi condiciones. Con la idea de que todos tengan minutos, solemos rotar a los chicos y algunos a veces bajan a su categoría. Es algo normal. Por una cuestión futbolística decidí bajarlo a él por unos partidos pero con la idea de que luego se reincorpora al grupo. Es un chico con futuro y puede llegar a jugar en la Primera de Independiente.
-¿Y cómo tomaste la reacción del padre de querer sacarlo del club por tu decisión de bajarlo?
-En esas cuestiones no me meto y prefiero no opinar. No tengo nada que decir al respecto.
-¿Pero esa polémica no te generó un mayor desgaste?
-Yo siempre traté de abocarme específicamente a todo lo que rodeaba mi trabajo. De ese tema prefiero no hablar. La verdad es que me hubiera gustado que no se generara tanta polémica con eso ni con mi salida. En realidad, me hubiera gustado seguir. Independiente es mi casa, mi club, pero es tan gigante que puede prescindir de cualquier persona y yo soy uno de ellos. Siempre dije que el escudo debe estar por delante de todo y de todos y así debe ser también ahora, que debo alejarme. Cuando se retiró el Bocha, el máximo ídolo de la historia, el club siguió ganando cosas. Es cierto que no tan seguido, pero lo que quiero decir es que el club sigue y los hombres pasan. Prefiero que se hable de la muy buena campaña que hizo la Primera y del gran trabajo de Almirón, que intentó jugar siempre, siendo protagonista, y que seguro será un gran animador del próximo torneo.
-¿Tu negativa a dirigir la Primera cuando renunció De Felippe pudo haber erosionado parte del respaldo dirigencial inicial?
-No creo. Esa vez me reuní con ellos, lo analicé muy bien y finalmente llegué a la conclusión de que no era el momento. Justamente mi prioridad en ese entonces pasaba por afianzar el proyecto de Inferiores y sabía que tarde o temprano llegaría otra posibilidad de dirigir la Primera. Pero no siento que haya molestado haberme negado a agarrar.
-¿Cuál es el balance que hacés de tu trabajos?
-Más allá de los resultados, que para mí son secundarios en esta área, el crecimiento que tuvieron los chicos fue magnífico y ha sido un placer para mí poder trabajar con este grupo de jugadores que elegí en su momento. Sé que varios de estos chicos van a jugar en Primera y me pone muy feliz saber las ganas que ellos tienen para llegar a ese lugar tan codiciado por muchos. Como Figal, Breitenbruch, Barrios...
-Cuentan los chicos que te emocionaste en la charla técnica del último partido.
-Fue fuerte la despedida porque fueron varios meses de estar con ellos en el día a día. Se dice que los técnicos están para enseñarles cosas a los jugadores pero creo que fue más lo que ellos me enseñaron a mí. La recordaré siempre como una experiencia maravillosa e inolvidable por ser mi primer trabajo como entrenador y por haber sido en mi club. Además, confirmé mis sensaciones previas de que dirigir era lo mío.
-¿La obra que emprendiste en Domínico junto con el Kun corre peligro?
-No. No tiene nada que ver mi salida con la obra. Seguirá la construcción del Centro Deportivo y para mí va a ser una enorme satisfacción ir a Domínico dentro de 10 años y ver esa obra. La podemos hacer con el dinero de la Fundación y con el aporte del Kun. Lo mejor es que al club no le cuesta un solo centavo. Para mí es la forma de devolverle algo al club de todo lo que me dio. Lo lindo es que una obra queda para siempre. La idea es que perdure en el tiempo y que sea utilizada por la Primera o las Inferiores.
-¿Qué mensaje le dejás al hincha que no quería que te fueras y que te transmitió tanto afecto por las redes sociales?
-El enorme cariño que me brindan es algo que no voy a poder devolver jamás. Podré alejarme físicamente del club pero ellos tienen que saber que no me van a perder nunca, que pertenezco a Independiente. Hubiese preferido que esta salida nunca ocurriera pero ya pasó, ya está. El pedido que me gustaría hacerles es que apoyen al equipo y a esta dirigencia para que todos juntos, unidos, logren que Independiente vuelva a ocupar el lugar que le corresponde por su grandeza. Hoy me toca verlo de afuera pero estaré siempre deseándole lo mejor al club y sé que algún día voy a volver.
Fuente: OLÉ 6-12-14
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