Revelador: quiénes se lesionaron y cuánto en la previa del descenso del Rojo
Fredes y Parra afirmaron que algunos fingieron dolencias antes de irse a la BN. Olé te cuenta todo al detalle: desde los que se averiaron cuatro veces consecutivas hasta el llamativo entrenamiento en el que se rompieron cinco jugadores.
01/04/2020 - 21:26 Olé Por Favio Verona.-
Hay heridas cuyas marcas perduran de por vida. El tiempo suele ser el mejor remedio para curar el dolor, pero siete años parecen no haber sido suficientes para apagar algunos rencores que persisten en varios futbolistas de Independiente por el descenso a la B Nacional. La bronca aún perdura en Hernán Fredes. Basta con escucharlo para comprobarlo. El 15 de junio de 2013 vivió la tarde más triste de su vida. Porque el Rojo cayó ante San Lorenzo por 1-0, descendió y vivió el momento más oprobioso de su rica historia. Y también porque al golpe que significó la pérdida de categoría se sumó el impacto de haber sufrido la rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, una de las lesiones más temidas por los jugadores. El mediocampista siempre fue uno de los futbolistas más castigados por los hinchas pese a que es un producto genuino de la cantera. Fue de los que más ha sufrido los cuestionamientos a pesar de que, con aciertos y errores, nunca se borró en las más difíciles. Es por eso que estalló y exteriorizó todo lo que se guardó durante los últimos años.
“En ese plantel había jugadores que se hacían los lesionados para no jugar”, disparó Fredes en diálogo con De la Cuna al Infierno. El volante de 33 años, quien se encuentra en Sol de América de Paraguay, no quiso dar los apellidos, pero sí lo hizo Facundo Parra, quien se sumó a la transmisión y comenzó a redactar comentarios entre los hinchas. “Víctor Zapata”, fue el primer nombre que escribió. Y continuó: “El que te embarga las copas. Me mata el encierro, sacame a pelear de una”.
Si bien el delantero no lo mencionó, fue Luciano Leguizamón quien el 24 de marzo de 2014 embargó los trofeos de las vitrinas del Rojo como consecuencia de una deuda salarial de 1.700.000 dólares que el club mantenía con él. Parra, quien tiene 34 años y se encuentra en All Boys, no integró el equipo que descendió. El goleador se había ido un año antes y en ese momento se encontraba en Atalanta de Italia junto a Germán Denis. De todas formas, en agosto de 2013 volvió a Avellaneda y formó parte del equipo que luego logró el ascenso.
El tema revolucionó las redes sociales en las últimas horas. Y desató en los hinchas del Rojo un enojo que parecía haber quedado sepultado en el olvido después de tanto tiempo. Fredes y Parra revolvieron el pasado. Un pasado oscuro que nadie quiere recordar. “Les pido disculpas a Zapata y a Leguizamón. Pequé de boludo y no pensé que iba a tener tanta repercusión”, le comentó luego el delantero a Olé.
Más allá de su válido pedido de perdón, el tema quedó instalado. El hecho al que Parra hizo alusión se sustenta en rumores que siempre habían circulado en el club, aunque nunca se habían oído a través de la voz de un protagonista. Luciano Leguizamón tuvo cuatro dolencias que lo llevaron a perderse muchos partidos en la etapa previa al descenso. Los archivos son contundentes. El 2 de noviembre de 2012 sufrió un desgarro en el recto anterior derecho, el 6 de enero del año siguiente padeció una distensión en el recto anterior derecho, el 4 de marzo una distensión en el isquiotibial derecho y el 12 de junio, tres días antes del descenso, una distensión ligamentaria en la rodilla derecha. En Independiente eran varios los que fuera de micrófono comentaban que su umbral de tolerancia al dolor era demasiado bajo. Zapata, quien en ese momento tenía 33 años, es otro que fue castigado por un físico que no le respondía: tuvo un desgarro muscular en el isquiotibial izquierdo el 12 de agosto y luego padeció múltiples contracturas musculares hasta que perdió el puesto por bajo rendimiento.
¿Y los otros jugadores experimentados del plantel? Daniel Montenegro, Cristian Tula y Claudio Morel Rodríguez fueron los únicos jugadores de amplia trayectoria que salieron a la cancha el día en el que el club perdió la categoría. Todos ellos dieron la cara y soportaron salir en la foto más dolorosa de la historia de la institución.
Jonathan Santana jugó poco en el año previo al colapso: tuvo un edema en el pie izquierdo y dos distensiones consecutivas que le impidieron salir a la cancha. Ernesto Farías sufrió un desgarro y luego lidió durante meses con una rodilla que acumulaba líquido después de cada entrenamiento. Roberto Battión sufrió dos desgarros y una distensión. Las visitas del volante al consultorio médico eran habituales. Eduardo Tuzzio y Osmar Ferreyra perdieron el puesto por bajo nivel.
El 7 de mayo de 2013 ocurrió un hecho tan inédito como extraño y llamativo: cinco jugadores se averiaron en un mismo ensayo de futbol ante la mirada atónita de Miguel Brindisi. Julián Velázquez sufrió un desgarro en el gemelo izquierdo; Vargas, un esguince en el tobillo derecho; Morel Rodríguez, una distensión en el isquiotibial izquierdo; Farías terminó con hielo en la rodilla derecha y Juan Caicedo presentó una contractura en el gemelo derecho. La idea de Brindisi de recurrir a los experimentados para afrontar el difícil momento no se pudo poner en práctica como consecuencia de la interminable maratón de lesiones.
Tras el descenso, la dirigencia prescindió de Leguizamón, Zapata, Santana, Farías, Tuzzio, Ferreyra, Hilario Navarro y Gabbarini. Pasaron casi siete años. Y son muchas las preguntas para las que aún no se encontraron respuestas.
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