Leonel Ríos habló en exclusiva con Soy del Rojo.
Al ser consultado por los vídeos que subió en los últimos días, comentó: “En 2002 recién salían las cámaras y yo tenía un amigo que me dio una. Empecé a filmar cada momento de aquel equipo que se terminó consagrando. Siempre los mando al grupo que tenemos. Fue algo muy lindo volver a ver eso porque había cosas que no recordaba“.
El Toti también afirmó: “No tengo muchos goles en mi carrera, pero los que hice, fueron lindos. Yo recuerdo, fundamentalmente, el que le convertí a Colón. También uno a Rosario Central, que el partido estaba terminando”.
A su vez, Ríos contó una anécdota: “Me acuerdo un encuentro en donde se lesionó Serrizuela y no teníamos a alguien que podía jugar en esa posición. El Tolo le consultó a Pernía y él le dijo que no. Yo le comenté que me animaba. Cuando entré, lo mandé a Pusineri a ese sector y yo jugué en mi posición“.
El ex mediocampista de Independiente expresó: “Yo llegué en infantiles al club. El padre de un amigo me insistió en ir, fui a dos pruebas y quedé. Después hice todas las inferiores y pude debutar a los 18 años con Osvaldo Piazza“.
Sobre el partido ante Boca en 2002, manifestó: “Ese encuentro fue increíble por cómo se dio. Nosotros teníamos que ganar sí o sí. En ese momento, veníamos cayendo en lo físico y ellos venían levantando. Ese gol fue un desahogo terrible. Es una sensación única, que te pasa muy pocas veces“.
Al mismo tiempo, elogió a Américo Rubén Gallego: “El Tolo me marcó mucho como entrenador y como persona. Siempre me dio muchos consejos. En todos los clubes en donde estuvo, me quiso llevar. Le estoy totalmente agradecido“.
Ríos analizó la designación del entrenador del club: “Creo que Lucas (Pusineri) es un técnico muy capaz. Cuando pase el tiempo y los jugadores entiendan lo que les pide, va a andar bien. Hay que darle tiempo porque llegó hace poco“.
El Toti aseveró: “Me gustaría dirigir en las inferiores de Independiente. Por ahora, estoy pensando en seguir jugando, pero después me gustaría ser entrenador”.
Por último, confesó: “Cuando me lesioné por segunda vez la rodilla, pensé en tirar todo. Uno tiene que estar muy fuerte de la cabeza para volver. La ayuda de mi familia fue clave en eso“.
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