Después de la salida obligada de Javier Cantero por una situación institucional que no daba para más a la que el renunciante había llegado con promesas de ordenar la economía y a la que únicamente modificó para mal, aumentando el pasivo del club en casi 200 millones de pesos, ayer se reunieron oficialismo y oposición para ver los pasos a seguir.
Desde el departamento de legales de Independiente se invitó a la totalidad de las agrupaciones reconocidas a realizar una reunión para intentar empezar a delinear el futuro antes de la asunción del comité de crisis.
Con presencia de quince representantes entre todo el arco político del club, se informó una deuda estimada entre los 550 y 600 millones de pesos que el cuadro Rojo de Avellaneda, transitando un concurso de acreedores, no puede hacer frente.
La sede de Avellaneda tiene dos embargos con pedido de remate por 1 millón y medio de dólares.-
Entonces se plantearon dos posibles salidas: un nuevo concurso de acreedores o bien hacer uso de la Ley de fideicomiso sin desplazamiento de autoridades, aunque ninguna de las opciones tuvo un consenso general. En el primero de los casos es indispensable abonar los $15.000.000.- que corresponden al concurso vigente para levantarlo, y luego esperar un año para poder comenzar con el nuevo. Pero además para poder cumplir con el marco legal se necesita contar con el acuerdo de la mitad más uno los acreedores, cuyas deudas alcancen dos tercios del pasivo.
En la segunda alternativa, mal llamada quiebra con continuidad de autoridades, se liberarían todos los recursos desconociendo contratos en curso, cuestión que no termina de ganar adeptos entre quienes hoy son el oficialismo ya que gran parte de los compromisos corresponden a la era de Julio Comparada en el poder e involucran de modo directo o indirecto a gente de la Agrupación Independiente que hoy co-conduce junto a Claudio Klebaitis a la institución.
Independiente además debe saldar la deuda con Olympiakos de Grecia por Leonel Núñez (u$d 1.8 M) o sufrirá la quita de puntos la próxima temporada.
Sería, en otras palabras, una quiebra ordinaria con 9 años de gerenciamiento como ocurre Newell’s Old Boys. Al respecto, Jorge Rizzo, presidente del Colegio Público de Abogados, indicó que bajo esta situación: "Se frenan los embargos, pero se mantiene la quiebra, siendo todo manejado por particulares, donde los socios no votan por doce años. La CD podría seguir funcionando normalmente con un juez que controle los movimientos y dé el visto bueno final, tal como ocurre en Newell's".
"EL GRÁFICO", DIARIO
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