martes, 26 de noviembre de 2019

Clarín: Nota a Nicolás Domingo.


Clarín hoy 26-11-19.-
Un trueno feroz hace temblar los vidrios de la sala de prensa del complejo de alto rendimiento del predio de Villa Domínico. Nicolás Domingo, sorprendido por el estruendo, se frena en la charla a solas con Clarín. Los nubarrones se corren después de un chaparrón importante. Y el sol de a poco empieza a hacer desaparecer los charcos.

El volante de 34 años ve cómo se aleja también su tormenta. Esa que lo agarró al descubierto y sin paraguas en Independiente. No la vio venir. De la noche a la mañana, el cielo se le puso negro cuando Sebastián Beccacece​ decidió no tenerlo más en cuenta durante el último tramo de su traumático ciclo. De eso y de su regreso al protagonismo habla el más querido del plantel por los hinchas.


-¿Qué cambió con Berón?

-Con la llegada de Fernando, se descomprimió mucho la situación adversa que veníamos teniendo. Siempre que cambia el entrenador, cambia la energía. Fernando conoce mucho el club, a los chicos. Hizo hincapié en darnos confianza, en darles más libertades a los de arriba a la hora de tomar decisiones. Una cosa fue llevando a la otra. Haber vuelto a ganar hace que comiencen a salir cosas que antes no salían.

-¿Qué significa que “descomprimió la situación”?

-Cada entrenador tiene su forma de trabajar. Algunos están en todos los detalles y marcan pautas para cada situación. Y hay otros, como Fernando, que nos marcó dos o tres pautas a la hora de tener la pelota y dos o tres pautas a la hora de no tenerla y dejó que fluya la inventiva del jugador. Uno sabe la idea del técnico, pero es importante dejarle espacio a la creatividad del jugador. Recuperamos la confianza con la pelota y en las decisiones en los últimos metros. Silvio (Romero) encontró el gol con mayor frecuencia, Cecilio (Domínguez) levantó su nivel... Fueron soltándose jugadores y el equipo va fluyendo.

-¿Con Beccacece no tenían esas libertades?

-Era más meticuloso. Además, no pudimos cumplir los objetivos planteados y eso hizo que la presión fuera mayor. Entre que las cosas no se fueron dando y su forma meticulosa de trabajo, hacía que ninguno quisiera salirse de su libreto, de su línea. A veces eso hace que uno se ate. Berón trató de ir por otro lado conociendo el club, a los chicos y su anterior experiencia.

-¿Los constantes cambios que había con Beccacece los mareaban?

-Son opiniones personales, sabiendo que todos estamos detrás de la idea del entrenador. Sin dudas, a veces cuando uno escucha a técnicos de mayor experiencia cuando recuerdan equipos que hicieron historia suelen decir que no arrancaron bien, pero que les dieron confianza, empezaron a ganar, se soltaron y terminaron jugando casi siempre los mismos todo el torneo... Son formas.

 -¿Cómo era la relación entre el plantel y Beccacece?

-Era buena, normal. Una relación de trabajo y de respeto. Es un cuerpo técnico muy exigente y profesional. Nosotros tratamos de asimilar la idea lo mejor posible, pero las cosas no se dieron. Todos queríamos llegar a fin de año lo mejor posible.

-¿Te explicó por qué no te tuvo en cuenta?

-No. La última charla que tuve con él fue previo al partido con Estudiantes. Jugar, queremos jugar todos, y en mi carrera me ha pasado ser suplente y titular. Pero cuando me tocó salir de la lista de concentrados, no me dio ninguna explicación.

-¿No te resultó raro que pasaste de ser la primera alternativa de cambio en el entretiempo con Lanús a no jugar más luego de eso? Si era una cuestión futbolística, mucha lógica no tuvo.

-Tengo un pensamiento de la causa, pero me lo guardo para mí. Creo saber lo que sucedió. Pero yo soy uno dentro de un grupo y el DT tiene que decidir sobre 25 futbolistas. Cuando me toca a mí, otro espera y viceversa. Por el lugar que ocupo en el club, por mi recorrido y mi experiencia, traté de tomarlo con tranquilidad. Obviamente que llegaba el fin de semana y me ponía loco. En los partidos me veía de civil y caminaba por las paredes. Mi señora me quería echar de mi casa. Me enfoqué en seguir entrenando porque el fútbol es cambiante y uno tiene que estar preparado.

-¿No te enojaste?

-Primero me shockeó un poco. No te voy a negar que me costaron esos meses. La pasé mal. Sí, me enojé, pero me enojaba más cuando salía de acá.

 -¿Nunca lo encaraste para preguntarle y al menos sacarte la espina?

-No. Es una frase vieja, pero la realidad es que cuando me ponen está todo bien y cuando me toca salir, hay que bancarla. Si es injusto o no lo que me tocó, la respuesta me la reservo. Yo traté de ser profesional como siempre. Soy el más grande del plantel y ante ciertas situaciones debo actuar para que los más chicos vean. Los lunes volvía a arrancar la semana como si tuviera chances de jugar.

-¿No se te ocurrió buscar una salida?

-No. Nunca las decisiones apresuradas salen bien. Si esta situación llegaba a diciembre, seguramente iba a pensarlo. Tengo una cierta edad y no está bueno que no me tengan en cuenta. Pero en ese momento faltaba mucho para fin de año y estábamos compitiendo en la Copa Argentina.

-¿Qué sentiste cuando los hinchas cantaron por vos cuando no jugabas a modo de “grito de guerra”?

-No me voy a olvidar jamás todo lo que viví en este club. Cada vez que corean mi apellido, es como si fuera la primera vez que lo escucho. Me gratifica de la misma manera siempre. Y eso me dio fuerzas para seguir también. El hincha valora mi compromiso con el club, más allá de los logros.

-¿Fue un retroceso el 2019 para Independiente?

-Sí. Veníamos de ganar la Copa Sudamericana en 2017. En 2018 casi ganamos la Recopa y ganamos la Suruga Bank. Llegamos a cuartos de final de la Copa Libertadores después de muchos y si nos hubieran cobrado el penal de Pinola, no sé qué habría pasado. Y este año no clasificamos a la Copa, quedamos lejos en el torneo, no ganamos la Copa Argentina ni la Sudamericana. El año que viene nos vemos de nuevo sin jugar la Libertadores y eso es una desilusión. Nos queda seguir trabajando para ganar en Mar del Plata y prendernos de nuevo. El torneo es parejo y ganando estos últimos siete puntos nos pusimos en una posición expectante.

-¿Para el plantel es más sencillo que siga Berón?

-Es difícil opinar para nosotros. Es una decisión dirigencial. No creo que deban consultarnos a nosotros. Lo charlarán los dirigentes. Lo que sí puedo decir es que con Fernando estamos bien, cómodos. Lo que venga que sea lo mejor para Independiente.

No pasa días holgados la economía de Independiente. La situación es compleja y la dirigencia presidida por Hugo Moyano​ ya le debe dos meses al plantel. La interna dirigencial volvió a estallar por este conflicto. En el medio, los jugadores se entrenan, juegan y esperan cobrar. Nicolás Domingo, como referente del grupo, habla de cómo afronta el equipo este momento.

-¿Les preocupa el atraso en los sueldos?

-En el fútbol se ha ido mejorando todo en los temas del jugador, gracias a Agremiados. El jugador está tranquilo porque sabe que más tarde o más temprano, siempre cobra su sueldo. Obviamente que hay sueldos inferiores que por ahí tienen que mantener a su familia y existe cierta incomodidad. Nosotros tenemos diálogo fluido con la dirigencia. Se habla y se pregunta sobre el tema. Tienen la intención de acomodarse. Tuvieron unos meses en los que no contaron con el dinero. Tenemos plena confianza en que eso se va a acomodar y nos enfocamos en intentar seguir ganando.

-Los dirigentes ya avisaron que deberán renegociar contratos. ¿Cómo toman esto?

-Es algo personal de cada uno. Todavía no sucedió. Quizá suceda o quizá no. No hago futurología. Si pasa, será algo puntual de cada jugador.

-¿Toda esta situación le hace pensar al jugador en irse al exterior?

-Te hablo de mi caso: yo estoy en el lugar en donde quiero estar. Entiendo las dificultades, la inflación, la diferencia del dólar... Pero es difícil irme de acá. En lo personal estoy tranquilo. Obvio que estamos esperando que el club se acomode, pero somos argentinos y estamos acostumbrados. Si disfrutás el día a día con los compañeros y te gusta el club, no te querés ir.

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