martes, 19 de noviembre de 2019

Clarin y la interna de Independiente


Nota de Clarín hoy 20-11-19, así ve lo que llama "interna" de Independiente.

Por Nahuel Lanzillotta

Hay fuego cruzado en Independiente​. Los números en rojo encendieron las alarmas en el club de Avellaneda. Y profundizaron aún más una grieta que se provocó hace un tiempo y que parecía haber comenzado a cerrarse en la última reunión de Comisión Directiva. Sin embargo, la apremiante situación económica agitó de nuevo las aguas internas dirigenciales. El clima se enrareció, como si hubiera elecciones en una semana, pero recién serán en 2021.

Jorge Damiani, secretario deportivo, fue quien prendió el ventilador para exponer su preocupación por los problemas de números que afronta por estos días la institución presidida por Hugo Moyano. Lo hizo después de escuchar que Pablo Moyano​, el vicepresidente primero, minimizó las deudas y los reclamos por diversos pagos atrasados: "Las deudas son manejables".

"No sé porqué Pablo dice que está tranquilo, pero yo estoy muy preocupado. No creo que Hugo, Yoyo (Maldonado) ni Pablo tengan una maquinita para fabricar dólares. La caja del club es una sola. No hay plata. Estamos a la deriva", fueron las duras palabras del Puma Damiani, que se sumó a las críticas que ya había realizado Cristian Ritondo​, ex vocal del Diablo y ministro de Seguridad de bonaerense. "Los Moyano sacaron al club de su peor lugar. La segunda etapa no fue igual. Los pensamientos únicos siempre son malos", disparó Ritondo, que se postuló para 2021.

La respuesta de Pablo tardó nada en llegar: "Le resto importancia a gente que no ayudó para nada en la Comisión Directiva. En los momentos que había que poner, muchos se borraron. Se jugaron a que íbamos en cana y acá estamos", sentenció en Orgullo Rojo.

No es la primera vez que Damiani y Moyano hijo se tiran dardos públicamente. A fines de 2018, el Puma había acusado a los principales directivos del club de manejar entre ellos todas las decisiones relevantes y dejar a un costado al resto.


"La pata no camionera", como se hacen llamar para marcar la diferencia, está compuesta por aquellos dirigentes que tomaron el mando en la etapa de transición ante la renuncia forzada de Javier Cantero, cuando al equipo se le complicaba lograr el ascenso a Primera.

Además de Damiani, están Adrián Espósito (secretario administrativo), Gustavo Lema (secretario de Promoción y Comercialización de Imagen Institucional), Daniel Seoane (secretario de convivencia y seguridad), Sebastián Roqueta (vocal). Fabio Fernández, ex tesorero, se situaba de este lado hasta que renunció. Carlos Montaña, vice 2°, también pertenece a este sector aunque su postura siempre fue la de mayor consenso entre las partes.

Ellos se adjudican, por caso, haber ido a buscar y haber convencido a Hugo Moyano de agarrar la presidencia. "Pablo habla de los que se borraron, pero en la B pusimos nosotros la cara, él apareció recién en La Plata en el partido decisivo con Huracán", comenta, con bronca, uno de este grupo.

La grieta se abrió en diciembre de 2017. Hubo un antes y un después de aquella renuncia y posterior arrepentimiento de Ariel Holan. Estos dirigentes, primero por lo bajo y luego a viva voz, señalaron a Pablo Moyano y a Héctor Maldonado (secretario general) de haberle dado la llave del club al DT y a su representante, Fernando Hidalgo.

La escalada de vocal a vicepresidente de Pablo Moyano en el segundo mandato fue otro punto clave del quiebre dirigencial. Las determinaciones comenzaron a pasar únicamente por las manos de Pablo y de Yoyo Maldonado, con el okey de Hugo, mientras el resto miraba sin opinar.

La pata no camionera los culpa de este presente de economía flaca por haber gastado dinero en jugadores que no rindieron y haber firmado contratos elevados en dólares para darle el gusto a los entrenadores. De hecho, la renuncia de Fernández fue por no estar de acuerdo con ciertos refuerzos que escapaban al presupuesto. Y estos se refugian en el contexto de país inestable para explicar el desfasaje.

Hace un par de semanas, en reunión de CD, parecía que todo quedaba en el pasado. Allí, sin Pablo (estaba en el exterior), Hugo realizó una autocrítica, reconoció errores y los dirigentes salieron conformes porque, dijeron, que volverían a tener voz y voto en las decisiones.

La tregua duró poco. Los malos resultados deportivos, los tire y afloje por la conformación de la secretaría técnica -que todavía está en veremos- sumados al desequilibrio económico -se le debe dos meses de salario al plantel y varios clubes reclaman cuotas impagas de pases- hicieron estallar todo de nuevo en pocos días.

Se espera que todos se vean las caras en otro cónclave de Comisión Directiva en estos días. ¿Habrá paz o seguirán las chispas?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario