Por Fabian Sansotta.
Fernando Beron estuvo presente en La cocina del Rojo y habló sobre su pasado recordando cada detalle que ha vivido en su vida y también dio lugar para hablar sobre amplios temas de Independiente en todos los aspectos y acerca de los chicos que le ha tocado dirigir en la reserva que resultaron campeones de la Sudamericana 2017: "Mi Casa de la calle Gavilán era un Club, se llenaba de cantantes, Jockeys, cuidadores de caballos. Jugué en All Boys, después en reserva de Atlanta y después dejé. No era compatible mi vida con la de un futbolista profesional. Con una ballesta de juguete le apunté a la frente a mi mamá y le di en el ojo. Me corrió hasta debajo de la cama. De chico con un amigo salimos a vender moldes para hamburguesas, no vendimos ni uno. En 1992 arranqué trabajando en las categorías preparatorias de San Lorenzo, me llevó Ricardo Calabria. A partir de Sexta la carrera empieza a ser individual, al jugador le cambia el panorama. Milito es muy buena gente y un gran profesional, no fue fácil en mi caso reemplazar a una gloria del club. Cuando se fue Milito, Hugo Moyano me ofreció agarrar primera y le dije que no porque Independiente necesitaba un nombre con más peso. Lo del Maracaná fue muy fuerte, ver a chicos que han pasado por uno y conociendo la historia personal fue emocionante. Después de Bilardo hasta los metegoles cambiaron, antes se jugaba con dos defensores y luego se pasó a tres. Lo de los chicos de la pensión fue horrible. El club hizo lo que debía hacer, de ahí en adelante la justicia se encargó del resto. Fabri Bustos y Alan Franco ya están para dar el salto a Europa."
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